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OE LA l\EVOL CION DE

l~GLA'J'lít:fiA.

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on toda su llipocre ía, se pu o abiertamente á la cabeza de Jo · indepen-

dienl

de ios soldados.

Poco dias despues de u partida, marchaba ya el ejército sobre Lón–

ure ; totlos los regimiento juraron so·tener ha ta el último trance su

au a,

y

bajo ei nombre de

Sl67nisa representacion

dirijieron

á

las cáma–

ras , no solo el cuadro de us queja sino la espresion arrogante de u

de eo sobre

lo~

negocio públi o , la Constitucion del Estado, la eleccio–

nes , el derecho de peticion ,

y

la reforma general. En fin,

á·

e la peli-

ione ba

la

entonces inau itas e unía un proyecto de acu acion contra

once miembros de la cámara baja, Holli , tapleton, Ma narcl etc., ene–

migo del ejército, segun ello decian ,

y

únicos autore de lo fatales ·

desprecio que por u cau a sufría el parlameuto.

·

Los pre biterianos habían previ to el golpe,

y

e cudádo e para la de–

fensa. Hacia quince día que de todo echaban mano para animar á su

favor al pueblo de la capital. Quejába e este de lo derecho percibidos

,obre la sal la carne,

1

se abolieron; los aprendiues habían recJamado

eontra la supre ion de'las fiesta religio as, la de a idad sobre lodo que

era en otro tiempo dia de júbilo para la Jnglaterra,

y

al instante se in ti-

tu eron días de recreo público para reemplazarla .

·

Continuaba elevándose un clamor gene1·al contra la codicia de los

empleados, la acumulacion de empleos; los privileg'ios,

y

las ganancias

obre

secuestro~;

con toda premura votó )a cámara baja que ninguno de

su miembros recibiría carg·o lucrativos, donativos ni a ignaciones sobre

los biene de los delincuentes ; que entregarían todo al tesoro público la

sumas que hubiesen percibido,

que su propiedade estarian sujeta

corno las de los demás al pago de su deuda . Por último , no se hacia

ya mencion de la junta encargada de recibir las quejas de los ciudada–

nos contra los miembros de la cámara, yse restableció.

o obstante, babia llegado el dia en que de nada sirven la once

.iones,

y

en que los partidos solo conocen sus faltas pera espiarlas.

Ltt

capital detestaba

á

los independientes, pero con lemor,

y

era adicta

á

lo pre biterianos sin confianza ni respeto , como

á

uuos patrono ven-

idos.

Por algunos momenlo pal'ecieron eficaces sus medida ; la municipaii-

. dad proclamó solemnemente su firme deseo de sostener al parlamento; se

formaron algunos escuadrones de ca:ballerla; se reclutóentre la milicia ·

lo oficiales reformados acudieron

á

alistarse; se hicieron preparativo d

defen a; las cámar;is en fin decr taron que se intimaría al .ejército qu

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