Table of Contents Table of Contents
Previous Page  210 / 472 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 210 / 472 Next Page
Page Background

'

198

.

HISTORIA

mandado asimismo que se os envien 6,000 fusiles, 6,0 O uniforme

y

500 pares de pistolas , para equipar

y

reanimar á vue tros soldados.

Creen todos que vuestra permanencia en e te condado, para reorganizar

y

poner en

mo,~miento

los distintos cuerpos, tendrá los mas saludables

efectos.)>

Grande fue la sorpresa del conde : esperaba persecucione , ó cuando

menos amargas quejas; pero su fidelidad recientemente probada , la

grandeza misma de su descalabro

y

Ja necesidad de hacer frente al ene–

migo, unia

á

sus partidarios los hombres vacilantes,

y

contenia á su

enemigos. Essex , afligido por su desgracia

y

por su falta, ya no les pa–

recia temible : le conocían,

y

preveian que pronto para no esponerse

á

golpes tan terribles abandonaria el campo. Hasta entonces, tratándole

con dig·nidad se daba muestras de energía; se evitaba una informa ion

desagradable tambien acerca de las cau as del acontecimiento;

y

por úl–

timo se empeñaba

á

hacer un nuevo esfuerzo

á

los partidarios mismo de

la paz. Tan hábiles como ardorosos los jefes de Jos independientes, calla–

ron, yel parlamento pareció sostener con unánime dignidad tamaño de-

astre.

La actividad y la firmeza de su ademan paralizaron un tanto Jos mo–

vimiento del rey, quien dfrigió

á

las cámaras un men aje pacifico, y se

contentó despues con amenazar algunas plaza , como Plymouth, Lyme,

y

Por tmouth que se rindieron. Mas ·á último de setiembre supo que

'Montrose había por fin encendido la guerra civil en

E~cocia,

y alcanzaba

ventajas.

De pues de la batalla de lar ton-Moor, disfrazado de criado,

y

se–

guido solo de sus amigo , había. aquel jefe pasado

á

pié la frontera de

Escocia dirigí ndose a tratbern

á

casa de un primo uyo, para aguardar

el desembarco de los auxiliares irla nda es que Antrim debía enviarle.

Ocultába e de dia,

y

andaba de noche errante por los cercanos montes,

oyendo en persona la relaciones de sus confidentes. Pronto supo que

habían desembarcado a lo irlandese',

y

que e adelantaban robando

y

saqueando, pero sin saber donde dirigil e,

y

buscando á su vez el

general que se les había prometido. cercábanse al condado de Atbol;

e le· presentó de repente l\lontro e en trage de montañés,

y

acompaña–

do de un olo riado : al instante le reconocieron por jefe. 1rumor de

u llegada acudieron muchas bartda ,

y

sin perder momento las llevó al

combate, exigiéndolo todo de su valor, yprometiéndolo todo

á

su rapaci–

dad : quince dia despues babia ganado do batallas, ocupado

á

Pertb,