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DE LA l\E\'OL CION llE JNCLATEl\llA.
14.7
p ·o on la ari'locra ia, se tuviese en mucho la cámara popular, sin em–
bar o
1
paí
e habia le antado olo contra la tirania : Ja distinta clase
tl
la o iedad no intentaban oprimir e mutuament . Ambos partidos ha–
biun uofiado lo mando
á
hombre de ondicion
a.siigual, educados
1
n
la mi
mas
co lumbre ,
y
capace. de comprender e
y
re.petarse com–
batí ndo.
Li en io o arrojado lo aballeros, no por e to podian er
la
ha-
tl
do
fi
ro es; el mi mo pueblo presbiteriano, en medio tle u intratable
fanati mo, conservaba un re pelo
á
la leyes
y
á
la buma.nitlad de que
no dan poco ejemplo la di cordia civile . Los deudo , Jo veuino ó lo
amigo , alistado en contraria fila , no rompian
á
pe ar de eso al)
olu~
lamente u rela •ione
y
se a udaban en ca o nece ario ; i encontra–
ban cun la arma en la mano, se trataban cortesmente, como quien es–
pera volver á reanimar la ami tad. R gularmente e soltaba
á
los prisio–
nero bajo la imple palabra de no ontraer nue o empeño :
y
si e le
habia d jado omi erable iluacion de desnudez i el re lo veia de fi–
lar d !ante d 1 on aire d fria indiftJrencia, lo tomaban todos
á
grave
'argo; la brutalitlad, mu ha veces ruel, del prín ipe Roberto cau aba
tanta orpre a e ándalo, que la mi ma muchedumbre hablaba de él
con av r ion y horror como de un torpe e 'lranjero. De e te modo Ja
gu rra, animada en toda parte , era in embargo exenta de eso furorc
4u la n titu en bárbara. Ambo partido e entregaban
á
lla con fran-
4u za, como i lemie en
dar~e
golpe dema iado duros: diariamente
n aban n refriega por lodo el reino, sin embargo la inaccion
ra la mi mu
el rey
1parlamento perdian el tiempo en pequeños de-
bate inútile negocia iones.
in embargo la llegada de la reina
á
mediado de febrero dió im–
pul
á
lo negocio . uranle u p rmanencia de ma de un año en Ilo-
1 n a había dado muestra de una a tivitlad Ioco omun en procw·ar e
ITO •
"I
partid ari to rático dominaba entonce n aquel pai , su
1E tatúder, la e undaba con todo u poder. onfiada
y
o ada
·uan no Lw·baba u imuo-inacion un peligro inmintlnl , gracio a
y
é–
duclora u n o l nv nia, upo grangear·e el fa\'Cir d ese pueblo re-
1
ubli
n ' r rvad . En van el parlamento envió
á
la lla ·a un em–
baja or p ra m noionar lo· en•icio que la nacion ingle a habia pres–
tado la lib rla de l Provincia - nida , para reclamar cuando me–
xaota neutr lid d. El nviado e peró por mu ho tiempo una
solo obtur de la1'Clcione equ1Yoca ; el pueblo l dió clara