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lllSTOHI:\
l J'Ueba de en
0110,
la reina continuó lo' préparati os para su partiua.
Dieron la v la en po de ella cuatro buque cargado de municiones, ar–
mas, oficiales y soldados ; el almirante Batten,
á
quien el parlamento ba–
bia mandado que interceptase el convoy, no lo alcanzó hasta que desem–
barcaba a en Burlington. Ilatten di paró muchos cañonazos contra la
plaza, alguna bala ca eron hasta en el aposento mi-mo donde dormía
la r ina. Levanlóse huyó a1 re uradamente al campo , dicen que per–
rnan :ó mu ha hora oculta debajo de un banco. Pronto no e habló
de otra co a en la comarca que de uvalor y sus peligro ; lord Newca.s–
tle vino en u bu ca con un uerpo de tropa para conducirla
á
1
ork; la
rodeaban lo gentil-hombre con enlu ia mo, indicrnándose contra e\
traidor Dallen que dirigió á sabienda lo tiro ontra. la ca a que ella
habitaba ; lo calóli os orrian
á
ervir bajo su órdenes n ano e ta
iofl'a.ccion de la le e del reino fue vi amente denunciada al rey y al
parlamento ; en vano para intimidar
á
Ne" ca tle dieron
á
las tropas el
nombre de
ejército depapi tas
y
de la reina;
autoriza.doformalmente
el
lord por el mi mo rey, de preció ta ' queja
guardó u nuevos re–
cluta . o Lardó n ver e al frente le fuerza on.iderable .
La reina continuaba residiendo en York , dándo e meno priesa por
ir en bu ca de su marido, que por ejercer ola l mando y presidir
á
todo lo vroyecto que ya se agitaban en u córte. Ilamilton
1
Montro e
vinieron de E cocía para tratar de·lo medio de empeñar
á
e te reino
en la cau:a real;
0
1 primero, iempre conciliador· prudente, sostenia.
que
á
pe 'ar de la influencia. contra.ria del marque de Argile era po ible
ganar e el parlamento esco
é. ;
el egundo, pre untuoso . o ado que–
ría que de embarca e en E cocia un ueI po de ·irlanda e mandado por
1 onde de Antrimde, eñor pod ro o del Norte dfl Irlanda, que babia
venido
á
York para ofrecer us ser icio . Ademá acon ejaba. un le–
vantamiento dQlo montañese
la matanza de todo lo jefes pre bi–
terianos, ofreciéndose orno ejecutor. La reina lo e ouchaba
á
todo
impatizando secretamtlnte con l ma o ado , p ro no manife tanclo
de agracio
á
ninguno. Al propio ti m1 o tramaba intriga ma complica–
da con lo jefe parlam ntario que empezaban
1
a á de linar de u entu-
iasmo;
ir
Hugo homondley·, gobernad r de carborough, que
~n
m
ante habia balido un uerpo de reali ta. prometia. ahora entregarle la
phza ; el mismo sir Jolrn Hotham ca i e taba ya de idido
á
abrir la
puerta de Ilull , quo e había negado
á
abrir al re ánte que e tallase la
u rra. Itn todo 1 Nort p r fin sta.ban lo r ali la lleno le ardor