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HI TOlllA
iga cada cual la suya.1>
¡
ano llamamiento de un hombre de bien
á
quien
solo Je quedaba ya el recurso de abandonar una arena en otro tiempo
agitada por su pura
y
prudente irtud
1
Otras previsiones
y
temore ,
igualmente legitimo , pero dominado por ·pasiones meno pw·as, arras:–
traban t1·as si el partido nacional : babia llegado el día en que el bien
y
el mal, la alvacion y el peligro se mezclan confunden tan oscuramente,
que lo mas ilustrados espiritus no pued n di cernirlo ,
y
quedan reduci–
dos
á
ser meros ·instrumentos de la Providencia que castiga
á
lo reyes
por mano de los pueblo ,
y
á estos por la de aquellos. olo cuarenta
cinco miembros participaron de los sentimientos de Rud ard, entre los
representantes del pueblo,
y
en la cámara alta únicamente prote tú el con–
de de Portland. Adrptáron e al momento la medida para la g·uerra; las
cámaras
~e
apod raron de toda la renta pública ;
y
los condado reci–
bieron órden de hacer acopio de armas
y
de pól ora, para reunirse
á
la primera señal. e nombró una junta de eguridad compue
ta
de cin–
co p:ires
y
diez miembros de la cámara baja, encargada de velar por la
defen a pública
y
de hacer ejecutar la órdene del parlamento
('1).
De-
retóse en fin la formacion de un jército, ompuesto de 20 regimientos
de iníantería de uno
·1,000
hombre cada uno, y de 7 e cuadrones
de
60
caballos. Lord
Ti
'mbolton, Brook, ir Jhon Ierricl Hampden
Holli
y
Cromwell, jefe del pueblo a
i
en los
campo~
de batalla como
en Westmin ter, recibieron mando importantes. El conde de Essex fue
nombratlo general (2).
(i) 4julio i642: lo cinco lores eran lo conde de Norlhumberland, de E
·llx ,
cll' Pembroke, H11lland y el vizconde ay: bs diez mi mbro de lo omune ,
Hamp–
dem, Pym, Hollí , forlyn, Tienne·, Picrpoiol, Glynu, ir William \ aller, ir Feli–
pe laplelon, ' ir Jhon Merríck.
(2)
No in interés verán nu lro leclores la li la exacta
y
curnplela de e
'L"
ejército verdaderamente nacional ;
se
encontrar;\ en la anotacione y
pi
zas
lli
Ló–
ricas.