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jera,
y
al mismo tiempo 'les impusie·
ron un derecho del
5
por
100
que ma–
tó
la
obra nacional
y
redujo los telar es
de
16,000
á
4,000 [55).
Asi se llegó
al
extremo dA que
en
tiempo de Felipe
V
los vestuarios miliJ;ares que se
fa.
bricaban
en E4pafia 'eran
más carns
y
de peores contticiooes que los cons·
trmdos en el extranje!O-
[56]
Si
muchos de los
nial.osefectos del
sistema comPrcial
que
exístiía entre
Espafia y América, no pneden acha·
car~e
solo
á
aquella, sino al
ab~ urdo
régimen cnmercial, frutu de las
fal ·
isas
ideas de
la
época; ea cambio pue·
den
Sl"fialarse no pocos del"aciertos
como obra propia del gobierno
espa–
fiol.
En virtud del sistema dicho «la me·–
trÓpoli eri-\
la. 11.o ica. l"alida permitida
á
las producciones
dH
la colonia. Asi
Méjico estaba obligado á enviar toda
su plata
á E8pafi>l.,
el Brasil tocio su
oro
á
Portugal, los azúcares de Santo
Domingo y Ja Martinica no tenían
otro mercaclo qne el de Francia, el ta·
baco de Virginia
y
Mariland, el de
Inglaterra;y el café de Surinam. las es–
pecte8 de las Molucas, el de Rolan-
fi5
Danvila
y
Collado, obra citada, tomo
3.
0
•
pag.
i;¿7,
56 11. id
¡,ág.
470•
•..