Table of Contents Table of Contents
Previous Page  81 / 556 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 81 / 556 Next Page
Page Background

Prólogo.

L XCI

mismo. Pero, habiendo tenido aviso de la Córte de

que S. M. enviaba

á

Cartagena al licenciado Juan de

Santa Cruz

á

que hiciese con él lo que él estaba ha-

·ciendo con Heredia, múdó de parecer,

y

aunque

hombre ya de edad, pesado en carnes,

y

no usado

á

trabajos de

en~ra~as

y

conquista~

(a),

calculando que

mientras estuviese empeñado en aquel descubrimiento

evitaba la residencia,

y

si le concluia felizmente le

eria en descargo de las faltas que hubiese cometido

como gobernador

y

como juez, se resolvió á tomar el

mando de la gente que tenia dispuesta para el caso

y

confiada

al

mismo capitan que con tanto valor

y

tant<;>

aci rto acababa de abrir el difícil camino del Guaca.

Y en verdad que si la Historia ha de ser justa con el

oidor Vadillo, no debe vacilar en admitirle el tal des–

·cargo: que en su jornada de doscientas legl;las por una

de las regiones más fragorosas del continente ameri–

c no doblada de asperísimas montañas, surcada de

u alo os ' innumerables rios, ignota,

y

defendida

or infinita g nte ó esforzada, ó astuta, ó traidora é

irreducible si mpr , el verdugo de Alonso de Here–

dia l ju z apasionado

y

prevaricador,

el

falso amigo,

1 hombr codicioso, se mostró liberal con todo el

art e lo ofi

ial

Rodrigo Duran

y

Juan Velázquez

al

Empe·

r. De rta;:,en,

:.o

de abril de

1

39 (Col.

uñ.,t.

81

f.

1-97

vto.}