La Guerra de Quito.
les recreciese algun daño el levantamiento de Gonzalo
Pizarro, no solamente acuerdan de no le dar favor,
mas pocas veces le visitaban; y él, conociendo cuán
frios estaban los ánimos de aquellos que la habian in–
viado á llamar, entristecióse, dicie!).do que cosa de co–
munidad no podia ser ménos que aquello, y quél se
queria volver á los Chárcas; y llamando á un Mézcua,
criado suyo, le mandó que con toda diligencia fuese á
la cibdad de Los Reyes y supiese lo que habia, y si el
visorey en traria n 11
presto. Mezcua lo hizo ansí, y
Gonzalo Pizarro quiso aguardar
á
ver su respuesta
~
si
entretanto los vecinos del Cuzco le quisiesen rescibir
por su detensor y dalle nombre de procurador general.
En este tiempo allegó al Cuzco el licenciado Benito
Xuárez de Carvajal, tratando mal de las cosas del vi–
sorey, y cómo e mostraba riguroso en la ejecucion de ·
las nuevas 1
yes,
y
con su venida se alegró en gran
manera Gonzalo Pizarra. El licenciado de la Gama
venia caminando la vuelta
~el
Cuzco muy alegre, por
hab r salid d aquell cibdad ántes quel visorey en
ella entrase, viniendo muy enojado por las cosas que
dél decian, hablando á todos los que encontraba que se
volviesen á la cibdad del Cuzco y dejasen de ir á Los
Reyes, porque la crueldad del visorey era grande. El
licenciado Leon, sabido quel visorey venia cerca de
Los Reyes, se salió de aquella cibdad por el camino
marítimo de Los Llano hácia la cibdad de Arequipa,
dejando escrita una carta al visorey, diciendo en ella
quél no iba á hallarse en ninguna alteracion, nr en
deservicio del Rey nuestro señor·, ni de Su señoría,