Table of Contents Table of Contents
Previous Page  182 / 556 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 182 / 556 Next Page
Page Background

54

La Guerra de Quitd.

pueblo de Ayavide, ques fin de los términos de los Có–

llas por aquella parte, y

~n

él halló que lo -estaba aguar–

dando el encomendero deste pueblo, ·qu(js Francisco -

de Villacastin, el que dijimos haberle escrito, y

á

un

Tomé Vázquez,- vecino del Cuzco, que salió para ir

á ver ciertas minas suyas, al riJ de Carabaya, y como

viese

á

Gonzalo Pizarro, alegre como los demás, dejan–

do la ida

á

Carabaya, se volvió con él

á

la cibdad del

Cuzco.

Gonzalo Pizarro, viendo que las obras

y

voluntades

de todos conformaban con las promesas y ofertas que

·le habían hecho .en las cartas que le habian

~scrito,

es–

taba muy alegre y contento, deseando verse ya en la

cibdad del Cuzco. Por pod€rlo hacer con más breve–

dad, dejó el bagax en un pueblo que ha por nombre

Quiquixana, desde donde, doblando las jornadas, cami–

naba la vuelta del Cuzco, habiendo primero díchole un

soldado que habia por nombre Espinosa; que tuviese

por tan cierto estar el visorey en Los Reyes · como Je–

sucristo en el cielo. Y cuentan que muchas veces en

aquel camino le oyeron decir

á

Gonzalo Pizarro, que

si Blasco

N

úñez no ponia remedio en las ordenanzas,

que le habia de hacer un juego que para siempre tu–

viese que contar, pues ninguno habia querido ·salir de

España

á

ejecutallas sino él; y que S. M. del Erripera-

. dor nuestro señor, lo miraba mal en no enviarle títu–

lo de gobernador del reyno, pues sus hermanos y él lo

·habían descubierto

á

su costa; y que juraba

á

Nuestra

Señora, que las ordenanzas se habían de revocar ó él

habia primero ·de perder la vida.