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Libro segundo
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tamos en otros lugares, al presen· cerse hombre,
y
derramar toda
te
:.o
se
ofrece
que
decir mas.
quanta sangre tenia
por
los hom·
La séptima virtud despues de bies (c):
y
haber querido que·
estas es
hac imiento de gracias;
al
darse mediante el Santísimo Sa–
qual pertenece que tengamos un
cramento del Altar
en
nuestra
cora zon
muy
agradecido
á
todos compañía: considerando princi ..
Jos benefici os
divinos,
y
nna len-
palmente en estos beneficios esta
gua que la mayor parte
de
la vida circunstancia que acabamos de
gaste en dar gracias por
ellos,
decir ; conviene saber , que es
dici endo con
el
Profeta(a): Ben· Señor de todo lo criado el que
~
deciré yo
al
Señor en todo tiem-
esto hacia; e,l qual ningun intere–
po,
y
en mi boca tstará siempre se podia en todo esto pretender;
..iU
alabanza. Yen otro lugartb):
y
así hizo.todo quanto hizo, por
Sea,
Señor, mi boca llena de tus pura bondad
y
amor. De esta
alabanzas ; para que todo el dia mat€ria babia mucho que
decir;
gaste en cantar tu gloria. Porque pero porque ya de ella tratamos
si
siempre está el Señor dándonos en otra parte hablando de los
vida,
y
coóservándonos
en
el ser beneficios divinos
(d),
esto
bas·
que nos dió ,
y
lloviendo perpe-
tará
para el presente lugar.
§.
v. .
tuamen te sobre nosotros benefi·
cios con el
movi m~en t0
de los
cielos,
y
con el continuo servicio
de todas las u iatm:as ;
i
qué
mu·
De quatro grados de obediencia.
cho es e star . siempre a labando
á
quien siempre está conservando,
y
preservando,
y
gobernando,
y
haciéndonos mil bienes? Sea pues
éste el primero de todos nuestros
cxercicios ,
y
por donde (como
aconseja
S.
Basilio ) comencemos
ordinariamente nuestras oracio-
. nes: de tal manera,
que
á
la ma–
ñana,
y
á
la noche·,
y
al
medio
dia
y
á
todos los tiempos siempre
demos
al
Señor gracias por todos
sus
beneficios, asi generales co–
rno particulares, así de naturale–
za como de gracia:
y
mucho mas
por aquel beneficio de beneficios,
y
gracia de gracias: que fué ha-
L
A
octava virtud que para con
este celestial Padre nos or·
dena ,
es
una general obediencia
á
todo lo que
él
manda ; en la
qual consiste el cumplimiento
y
suma de toda justicia.. Esta virtud
tiene tres grados.
El
primero,
obedecerá los mandamientos di·
vinos:
el
segundo,
á
los consejos:
el tercero., á las inspiraciones
y
llamamientos de
Dios.
La guarda
de los mandamientos
d t:
todo
punto es necesaria
para
la salud:
Ja de los consejos
ayudcl
para
la
de los mandamientos;
sin la
qual
muchas veces sue le correr pel i •
gro.
{a) .
Ps.
33.
(b)
lb.
70.
(e)
Luc.
18.
(ri )
Al
principio de
este
lib.
y
en el
Jib10
de Ja Oracion en Ja co1utderacion del Domingo
en Ja
nocbe.