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360

Libro·

segundo

. el dolor

del

ánima

enflaquecia hace

claro; y si es. escuro,

tod9

el cuerpo : corrompiá la sangre,

lo hace escuro. ·,

· y

daba muestras de sí en todo el

Muchas personas

hay

consti-

hombre exterior. Y si nosotros

tuidas en dignidad, así en la Re·

tal zelo tuviesemos, luego seria-

pública como en la Iglesia, que

mos señalados en las frentes con viendo ·como siempre la virtud

aquella gloriosa señal de Eze-

en semejantes oficio·s es favore

quiel (a): por la qual estariamos cida , trabajan. por ser virrnosos

libres de todos los c¡:lstigos

y

y

vivirá

ley

de hombres

4~

bieo,

azotes de

la

justicia Divina.

lavando suc; manos de toda vile-

La quinta virtod es pureza de za ,

de toda coi;a que pueda

intencbn (b):

á

la qual pertene· amancillar su honra: 'mal) esto

ce que en todas las obrasque hi· hacen por no caer de la reputa–

ciéremos, no busquemos

á

noso-

cion en que están ; p::>r ser

qnis·

tros, ni pretenda1nas· solo nue·s.

tos con su3 Príncipes; por ser

fa–

tro interese; sino la gloria

y

be-

vorecidos

y

acrecentados en

SUI)

ne plácito de este Señor (e): te-

oñcio~

,

y

llevados á otros ma–

niendo por cierto que asi como yores.

D~

manera , que estas

los que juegan

á

la gana pierde, obras no proceden de centella

perdiendo, ganan ,

y

ganando viva de amor

y

temor de Dio?,

pierden; asi mientras mas sin. ni ti.encn por fin su obediencia

interese tratáremos

en

est11

par-

y

su glol'ia ; sino soto ·e1 interese

te con Díos, mas ganaremos con

y

gloria pro[>ia del hombre.

él:

y

al revés. Esta es una .de Pues lo que asi se hace, aunque

las cosas que habemos ele mirar

á

los ojos del

mundo

pare~ca

al–

y

examinar en ni.lestras obras, go, en los de Dios es todo hu–

y

de que mayores zelos habe- mo

y

sombra de justicia: no ver·

mas

de tener; recelando no se dad·era justicia. Porque no

son

nos

v~yan

por ventura los ojos meritorias ante Dios ni las vir–

á

~irar

en

ellas otra cosa que

tudes morales por

si

solas, ni los

Dios: porque la naturaleza del

trabajos corporales (aunque sea

amor propio (como

ya

diximos) sacrificar los propios hijos ) sino

es sutíl ,

y

en todas las cosas solo este espíritu de

amor

i11·

busca

~sí m~sma.

Muchos hay viado del Cielo ,

y

lo que nace

muy ricos de buenas obras, que de esta raíz. No h1bia en el cem·

p~r

ventura qua ado ·sean

exa.

plo cosa

que no fuese

ú

de oro,

n:i•~ad~s ~n

el contraste de la jus-

ó

dorada:

y

asi ao es razon que

t1c1a D1v10a,

se hallarán faltas haya en el templo

vivo

de nues·

de esta

_ pute~a

de intencion: que

tra ánima cosa que no sea cari–

es aquel

OJO

del . Evangelio, dad

vaya dorada con ella. Por

que

s1

es clai;o, todo el cuerpo donde el siervo de Dios no pon-

ga

(a)

E~ec/J.

9. (b)Luc.

11.Sioculus tuus

&c.

(e)

Luc.

11.