de la Exhortacion
á
la
Pirtud.
1ri:
de mañana , y
nada le
sucede: qo rnbres
á
alcanzar
todo
lo
que:.'
y
á
Vt!ces, subiendo
ya
por la es· parect! que bastaba
para
rener
el
cala, le derriban de los muros . coucentamíeoco qm: ellos h i bi
m
abaxo,
y
le quitan de las manos deseado:
y
estando en el e e.ido
lo
qu~
parece que ya tenia ; de que podrían, si qui iesen ,
viv~
aqui
procede el morir
y
el reven·
á
su placer; con todo esto v
ie–
tar,
y
el ccrngojarse
y
despeda-
ne
á
metérseles en la cabeza,
zarse dentro de si mesmo,
por
~ue
les convieae pretender
tul
verse tan alejado de lo que desea. manera cle honra ,
ó
de título,
ó
Porque como estas dos tan prín-
de lugar,
ó
de precedencia,
ó
cipales fuer.zas del ánima , que de cosa semejante; la q.ual si
soa irascible
y
concupiscible, es· procuran,
y
,no alcanzan, vie–
tán entre sí de tal m1nera arde· uen
á
entristecerse
y
congojar–
nadas, qut! la una sirve á
la
otra; se,
y
redbe'n mayor tormento
claro está g_ue mientras
13
parte con aquella non nada que les
fal •
concupiscio_le na alcanzáre
lo
que
ta, que contenta.miento co.n todo
desea , luego
la
irascible
ha de
quamo les queda :
y
a~i
viven
salir por ella, congojándose
y
con esta espina,
6
por mejor de–
embraveciéndose,
y
poniéndose cir con este perpetuo azote coda
á codos los encuentros
y
peligros
la vida , que les agua
y
vierte
que pudiere, po
<far
contenta-
toda su
prosperidad ,
y
se
la
miento
á
su
h~rmana
qúando
la
convierte en humo. Esto llamo
ve triste
y
descontenta.
Pues
de yo enclavar
el
artillería : que
esta confusion de deseos nace es-
es cosa que suelen hacer los ene·
te desasosiego interior de que migos en a guerra : lo qual bas–
tratamos :
ei
qual llama guerra
ta par.a que un tiro muy grueso
el
A
póstoi Sanriago, quando di-
y
muy poderoso no.sea de
pro–
ce (a):
i
D~
dónde proceden las vechb, quedándose tan entero
y
guerras
y
las contiendas que hay
tan grande como de antes: por–
entre vosotros, sino de las codi-
qtie solo esto bastó- para desha..
cias y apetitos que militan
y
pe-
cer toda su fuerza.
Y
de este
lean en vuestras ánimas, quan· mt!'smo artificio usa Dios con los
do codiciais las cosas,
y
no
po-
malos: pau que clarísimacnente
deis alcanzarlas
1
Y
llámala guer1 entiendan ( si ellos quisiesen
ra con mucha razon, por
l~
lu-
abrir los ojos ) que la felicidad
y ,
cha
y
contradicion natural que contentamiento dd corc:1zon hu·
hay
errcre el éspíritu
y
la carne, mano es dádiva de
Dios,
y
que
y
los deseos
de
la
una
parte
y
de él la
da
q1nndo
quier~,
y
á
quien
la otra.
quiere , sin ningu11ó de estos
Y
áun
acaece
en
este género ap.iratos ,
y
la quita qúando
de
cosas otra ma§ para sentir:
y
quiere, coa solo enc lavar
(
co·
es , que muchas veces vienen
los mo
diximos ) ·el
artillerfa ; que
X
es
(a)
Ja~ob.
4,