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104.,

. .

Li!Jr~primero

.

po~d10

d1c1endo (a) .:

No

ten~1s

gares , para

~uarda~

aquel paso;

de qué alegraros por tener seno. que es una virtud tnfüsa venida

tío

s~bre

los demonios; mas ale· del cielo , que alli asiste para

graos por.que vuestros nombres asegura_!:.nos del

peligro .

que por

es.rán escritos en

el Reyno

de los p!lrte de aquella pasion nos po–

C1elos; porque está claro que dria venir. Y así para defender·

este es el mayor: bien que. el

ª?s qel apetito de

~a

gula pone Ja

corazon

bu

mano

en esta

v1da

virtud

de

la templanza:

par-a

el de

pue~e

desear.

1

la carne' la

de la

castidad:

para

Frnalmeote, por

abreviar,

la el de la honra, la de la humil–

gracia

es

la que

habilita

al hom-

dad:

y

asi en todos los demás.

bre

pa~a

todo

b~ea:

la que

allana

Y , sobre todo esto la gracia

el camrno del

1

c1elo : la qt1e

hace

aposeo ta

á

Dios en el ánima,

el yug? de Dios suave: la que para que

~orando

en ella , la

hace correr

al

hombre

por el ca-

gobierne, defienda ,

y

encamine

mino

,de

las

virtudes :

la que

res·

al

cielo :

y

a~i

está ea ella

como

tituye

y

sana la naturaleza en· Rey en

su

Rey

no,

como Capitan

ferma ;

y

asi hace que le

sea

li.

en su

exército,

como padre de

gero lo que

ant

s (quando estaba familia

en

Slt. casa,

como rnaes–

enferma)

le era

pesado,

y

Ja que

tro

ell

su escuela,

y

como pastor

por

una manera ineí· ble reforma. en su ganado, para que

alli

exer·

y

arma, mediante Jas virtudes cite

y

use ec;pirüualmente todos

que de ella

praeeden ,

toqas

las ·estos oficios

y

providencias. Pues

potencias de nuestra

ánima ,

si

esta perla

tan

precioc;a

(de qae

alumbrando el

entendimiento,

en-

tantos bienes proceden) es per •

cendiendo la voluntad,

recogjen-

petua compañera de la

virtud;

do

la memoria, esforzando el

li-

iq11iéa

habrá que no huelgue Je

bre

albedrio, templando la parte buena gana de mirar

la

pruden–

concupiscible para que no se

des·

cía- de aquel sabio

!lJ~rcader

del

perezca por lo malo,

y

esfurzan: Evangelio (b) , que

dió

todo

do

la irascible para que no se

qu.:ialO

tenia poi:

alcan~arla~

acobarde! para lo bueno: Y demás

de esto,

porque todas las pasio-

· CA P 1T U LO XVI.

nes

naturales que están en estas

dos fuerzas inferiores de nuestro

apetito, son unos como padras–

tros

de

la virtud,

y

unos

postig·os

y

entraderos

por

donde

los de–

monios

suelen entrar en nuestras

ánmias ; para remedio

de

esto

pone una guarda,

y

uno como

-alcaide de cada uno de estos lu -

Del

tercero privilegio

de la

vir–

~ud

,

que es la lumbre

y

co•1oci·

·

miento sobrenatural que da N.S.

á

los virtuosos

E

L tercero privilegio que

se

concede

á

la viw1d, es una

e ' pecial lumbre

y

sabiduría. que

nues-

(a)

Luc.

IO.

(b)

Matth.13.