de la Exhortacion
á
la
Virtud.
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evitar un tan
p~lixo tormento~
dragone ,
v
sentimiento como
iQuién no ve
ser
éste el mayor de avestruces; po rque
ya
está
de todos los engaños del
mundo~
desahuci- da su llaga,
y
no tiene
Mas la pena de él será, que cura este
mal.
pues el hombre
no quiso con
una
Y si los hombre no tuviesen
penit~ncia
redimir aquí tanto todas estas cosas por verdad, 6
mal, que haga alli eterna
peni~
no por tan
~rande
verdacl , no
tencia,
y
nada le aproveche. En era mucho caer en ellos este
fi~ura
de lo qual leemos que descuido. Mas teniendo redo e to
aquel horno de ;uego que encen- por
fé,
y
sabiendo cierto que,
dió
Nabucodonosor en Babylo- como dice el Salvador
(c),
antes
nia
(a),
con
levantar las llamas
falcará el cielo
y
la tierra,
qué
quarenta
y
nueve codos en alto, dexar esto de ser,
y
que con ro.
por
fai.a
de
un
codo no llegó al do esto vivan los que esto creen
número de cincuenta
{que
hace con tan extraño descuido: esco
año de Jubileo), para dar
á
eu- es cosa que excede
toda
admira·
tender que la llama de aquel ·cien. Dime, hombre ciego
y
per–
eternal humo
de
Babyl-0nia (que dido,
i
qué
miel
puedes
tt'1
hallar
es el infierno) ,,
au1;que
arde
~n
todas las rigulzas
y
bienes
tanto ,
y
atormc~N1
léln
grave· del munCJo ,
<jUe
merezca · sc:r
/
mente
á
aquell
rnaJ
e
tuta· comprada por esce precio
1
Si
dos, no
por eso les Jcanza la
re·
tuv.icses, djce
S.
Hierónimo,
la
rnision
y
gracia . él jubil
o
ver- sabiduda de
Salomón (
d) ,
y
la
dadero.
¡0 p
nas- ·
frnc--tuosas!
h
rm0cura
de
Absalón ,
y
las
¡O
estériles lágrimas! ¡O
dgu-
fuerzas
de
Sansón,
y
los años
y
rosa penitencia,
y
sin ninguna vida de Enoch ,
y
las riquezas
espera aza!
¡
Qoáo poquito <le lo de Creso,
y
el poder de
Octavia·
q,ue alli padecen sin
f1uto,
si se no;
tqué
te pueden aprovechar
tornára aqui de voluntad, ba6tá- todDs estas cosas, si al fin de la
ra
para
darles remedí.o! ¡Quán vida
.el
ctH:rpo
·se ent¡egáre
á
les
fá~1lmente
se podrian aqui redi- gusanos,
y
el
ánimal'á los demo–
nm
tantos males con
tan
Jivia· nios, para -ser awrmentada con
nos trabajos! Salgan pues fuentes el rico uvariento
en
los cormentos
de
agua por
nuest1 os ojos ,
y
no
etern.os1
cesen los
gemidos
de
nue~tro
.co-
Esto baste quanto
á
la primera
r~zo~.
Por
tso
plantearé
y
llora· parte <le la Exhortacion
á
fa
Vir·
re,
dice el Profeta (b),
y
salfrme
md.Ahora trataremos de los
pri·
he por esos caminos
despoja.doy
vilegios
·s~ngulares
que .en esta
desnudo. Haré llaneo como de vida se le prometen.
(a)
Dan.
3. (b) ·
Mich.
1.
(e)
Luc.
21.
(d)
3~
Reg.
'4•
2.
Reg.
1+
Jud.
r4.
&
;r
3 .•
Genes.
5·.
Ecc/.
44·
}
SE-
'