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SEGUNDA PARTE
DE ESTE PRIMERO LIBRO..
I
J
En la qual se trata de los bienes espirituales
y
tem–
porales que en
esta
vida se prometen á la
virtud ,
y
· señaladamente de doce singulares privilegios que
·
tiene. -
C A P 1 T U L O
Xl.
Titulo X
l.
por el qua! estamos obJiga'dos
á
seguir
la
virtud, por
·
causa de los bienes inestimables que' de presente se le prometen
·
en
esta
viaa.
No sé
qué
linage
de excusas
no
hace caso de ella ;
porque
no
pueden alegar los hombres para conoce lo que vale. Mas .que
el
dexar
de
seguir la
virtud ;
pues Chtistiano , que sabe
todo
esto,
tantas
razones
se · presentan viva como si nada
de
esto ere·
por
parte de
ella.
Porque
no
es
yese,
tan olvidado de Dios, .tán
pequeña cosa alegar por esta captivo de los vicios, tan sujeto
parte lo que Dios es, lo que
á
sus
pa~iones
, tan aficionado
~
merece, lo que nos ha dado, lo
las cosas
vi~ ibles
, tan
olvid~do
que nos promete,
y
lo que nos de las invisibles,
y
tan suelto en
amenaza. Por lo qua-1
hay
mu-
todo género de pecados.,
.c~~o
cha_ razon para preguntar quál si no esperase muerte,
01 JUICIO,
sea la causa por donde entre los ni paraíso ni infierno; esto es
Christianos que todo esto creen cosa que pone grande
admira–
y
confiesan, baya tantos que se cioa. Por donde
E
como dixe)
den tan poco por la virtud. Po.r-
hay razon para p.reguotar , de
que los infieles., que no conocen dónde nazca este pasmo , esta
la vi rtud , oo es maravilla que modorra ,
y
(si decir se puede)
11.0
pr~tien
l.o
qu~
no conocen; esta manera de encantamiento.
comó hace
el '
rústico cavador,
Este mal tan grande no tiene
que si halla una piedrá preciosa,
una
sola raíz , sino muchas Y
di-