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principio pueda yo ahora to!Ilar, sa para derramar las mesmas la•
que aquellas palabras y 1.agnmas grimas, y decir con el Señor: Si
del Salvador : el qual viendo la conocieses ahora tú: Esto es: O si
miserable ciudad de Hierusalem, te abr1ese ahora Dios los ojos para
c?menzó á· ll~rar sob~e ella,, di· que ~ieses los tesoros, los regalos,
cwndo (a): S1 conocieses ahora_ la~ ·r1quezas,lalibertad, la paz, la
t~ la paz y los ~ienes que en este tranquilidad, la luz, los deleytes,
dia tu yo te ventan! M~s todq es- los favores y los otros bienes que
to está ahora escood1do .de tus andan en. compañia de la virtud!
()jos. Consideraba el Salvador por en quáato la preciadas, qoánto
una parte, quan grandes er~n la de'sea.rias , y con 11uánto es...
los bienes qu ~ junta-mente con su •tudio y trabajo la buscarías! Mas
persona habian venido á aquel todo esto está escondido de los
pu i;blo (pues todas las gracias y ojos carnales : porque no miran·
tes~ros del.Cielo habían decen- do mas que á la corteza dura de
dido con el S-t,' ñor de los Cielos) la virtud, y no habiendo experi–
y por otra, como él ( escandali- mentado la suavidad interior de
zado con el humilde hábito y ella, paréceles que no hay en ella
apariencia del Señor) no le ha- cosa que no-sea áspera , triste y
bia de recebir : y como por este desabrida, y que no es moneda
-pecado no solo babia éle perder que corre en esta vida, sino en
las riquezas y gracia de su visi· la otra; porque si algo tiene de
ta'cion, sino tarn ·en su -república bien, para el otro mundo es. no
y su ciudad. Last ima,do pu para éste. Por lo qual filosofan·
.este dolor ., derramó estas lag.ri- do segun la carne, dicen que no
ma_s ,.y dixo estas palabr quieren comprar esperanzas con
breves y no acabadas : peligros, y aventurar lo presen–
tanto mas significaban. quanto te po.r·lo futuro.
mas breves eran. Pues este mes · . Esto dicen , escandalizados
mo sentimirnto. y estas mesmas con 1a .figura exterior de la vir–
palabras se pueden en su manera tud; porque no entienden que la
aplicar al proposito de que ha· jllosofia de Christo es semejante
blamos. Porque considerando al mismo Cbristo , el qual mos·
por una parte la hermosura de trando por defüera imagen de
Ja virrud _, y las graades .fique- hombre, y hombre tan humilde,
zas y gracias que andan en .su dentro era Dios y Señor de to- 1
compañia; y visto por otra quán do lo criado•. Por lo qual se dice
_encubierto está esto á los ojos de de los fi eles (b), que están muer–
los hombres carnáles, y quán tos al mundo , mas que su vi–
desterrada anda ella por esto del da est-á e.scolndida con Cbristo en
do ; no te parece que teue · Dios. Porque asi como la gloria
aqui tambien la mesma cau · de Christ0 estaba de esta mane·
ra
{a) Luc. 19. {b) Colos. 3.