.
•
1
de la ExhfJrtacion
á
la Pirtud.
87
· quando aqui hubieres llegado,ve·
tierra llamado Arnulfo , al qual
rás claramente que todas aque-
ten
ia el mundo preso · con gran–
llas cosas que antes te agrada-
des
cadenf.is:
y
como él final ..
ban ,__no solo no te agradaran, me
nte, dexado el mundo, toma–
mas antes ·te causarán aborreci-
se el hábito del
Mon~
terio
d~
miento
y
h2stío. Porque despues Clarevale, alt;·gr6se tanto el bien–
que aquella luz celestial ha to-
aventurado Padre con esta can–
eado
y
esclarecido nuestros ojos, version , que dixo en presencia
luego nace otra diversa
y
nueva de todos, que no era menos ad–
faz
á
todas las cosas , con la rnirabl"' Christo en la conver–
qual se nos representan de otra sion de Fr. Arnulfo, que en Ja
muy
diferente figura.
Y
asi lo
resurreccion de Lázaro (a): pue5
que P<?
o
antes parecia dulce, estando él ligado con las atadu–
ahora te parecerá amargo ;
y
lo
ras de tantos vicios,
y
sepultado
que parecia
amargo ,
ahora se en el profundo
de
tantos deley–
lrnce dulce : lo que antes espan-
tes. le resucitó Christo,
y
traxo
taba, ahora contenta ;
y
lo q.!Je
á
aquella nueva vida : la qual
antes parecía hermoso , ahora no fue menos admirable en el su- ,
parece feo ( aunque antes tam· ceso , que lo fue en la conver–
bien lo era , sino que no se co-
sion. Y porque sería mu
y
lar.gonocia. ) De esta mane11a pues se contar en parlicular tod
as susverifica Ja promesa de Christo: virtudes , vengo
á
lo que hace
á
el
qual
por los
iene-s tempora-
nuestro caso. Padecia este santo
les del cuerpo aos da bienes es- varon ronchas veces una enfer–
pirituales del ánima ,
y
por los medad de cólica , la qual le cau–
bienes que llaman de fortuna,
saba
tan grandes
dolore~
;
que
Je
.11os da los bienes de gracia, que
llegaban
á
ptinto de muerte.
y
sin comparacion son mayo,res
y
estando una vez asi,quasi
sin .sen~
mas poderosos para enrjquecer
s~ntido,
perdida la habla,
y
tam·
y
contentar
el
corazon del hom· bien la esperanza de la vida
bre.
Y.para confirmacion
de
esto diéronle la Extrema Uncion:
y
no dexarédereferir aquiun exem· él de ahí á poco volviendo
5·0 •
plo notable, que. se escribe en el bre sí, comenzó súbitamente
á
libro de los Varones ilustres de alabará
Dios,
y
decir á grandes
Ja Orden del Cister. Escríbese voces: Verdaderas son todas las
pues ahí, que predicando S. Ber· ·cosas que dixiste,
ó
buen Iesu.
11ardo ea Fl'l,ndes con un encen . Y como él repitiese muchas ve–
didísimo deseo de traer los hom· ces esta palabra , espantándose
bres á Dios; entre otros que por
los Monges de esto,
y
pregun–
especial tocamiento del Espíritu
tándole cómo estaba ,
y
po~qué
Santo se convirtieron, fue un Ca
decia
aquello, ningt11;ia cosa res·
ballero
muy
principal
de
aquella pondia, sino
rep1icando
la mes-
(a)
Joarm.
11.
ma