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ohtdo, por los Profetas; con tales señales, en

'!U

nacimiento;

en el lugar de nacer, en el tiempo, en su muerte, en su re·

surreccion, que la

increduli~ad

apenas muestra la rara, por

una parte, cuando encuentra con una fuerza di,·ina que la de·

tiene y humilla. La bendicion de Jacob

á

su hijo Judá, (.)

Ja profecia de Ageo, ( , ) la de Malachias, ( ; ) la de Daniel (:)

lsaias evanjelizando, David cantando. ('') ¿Y quienes son los de·

positarios de estas sagradas predicciones? los enemigos de Cris.

to, el pueblo Deicida. Entra incredulo en la Sinagoga

y

si

no estás empedernido al oir profecías y salmos, tus ojos se

llenarán de lágrimas de compasion para los hijos de Abra.

ham; tu corazon palpitará de gozo, al escuchar las pruebas

de la relijion, en los sitios destinados

a

impugnarla.

¿Como

quisiera estenderme sobre este punto?

¿No es posible? Ni mis

facultades lo permiten, ni obras muy difusas se leen en este

siglo-lo he dicho antes.

No me precipito de modo, que no me detenga para re·

cordar, que la conversion del jenti1ismo, era oraculo

tan re·

petido,

es realizado, y lo

fue di srle la

l'redir.acinn .de

~·~s

apostolos y eña ada ent de San

ablo.

Llegara d1a, d1.10

Zacari11s, en q e las

a~ua

vivas-saldran de J e rusalen-el Eter·

no será Rey sobre oda

a tierra-En ese dja habrá un solo

E terno- su nombre

o sera sino uno-Isaias-v me he hecho

buscar, por

~os ~ue

o me llamabanT me he hecho hallar, por

aquellos, que nÓ me buscaban--he aicho á la Nacion que no

me llame por mi nombre-- vedme aquí , vedme aqui.--No sien·

te tanta repugnancia la madre al separar al tierno hijo de sus

pechos, cual

yo

al economizar mis escritos.

.Es un sacrificio

expmtorio, "que hago

a

la Dei<lad.

.

CoNSIENTASEME esta clausula-¿Quieres hombre la gran prue–

ba de la encarnacion, de la divinidad de J. C.? Yo te la daré–

H ay cristianos: esta es la prueba mayor.

Sin un entero conven,

cimiento perfectisimo ¿quien abrazaria una reliji<m que choca

con

· nue~tros

apetitos, declara guerra á las pasiones, mortifica

los sentidos, deja sin libertad las potencias; si una

inspi~aciol\

celeste no nos hiciese conocer, que ese es el unico camino de

----------~-----------

Gen.

49 10.

O.

2

v.

B.

o.

3

v.

l.

o.

9.

P salm.

21

y

muchos.