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ducen directamente al alza del precio, sea por el alto dere·
cho, sea por ias consecuencias del réjimen que se adopta.
La comision ha olvidado que con la muerte de la indus–
tria al sur del Loa se establecería un monopolio de hecho
para Tarap_acá, i ent6nces los contados productores de ese
di.strito no:tendrian empeño en producir en gran cantidad,
desde que una corta produccion les asegurase pingües ga–
nancias. Dueños del mercado, sin competencia posible,
pondrían, digamos cinco pesos al quintal de salitre, con lo
cual encarecería la p61vora i algunos otros artefactos que lo
han menester aunque desapareciera como abon.o: este precio
.les aprovecharia lo mismo produciendo cinco rnillories que
si produjesen diez milfones i los
ven~ieran
a
~res
pesos,
suponiendo que el gasto de produccion fuera uno.
Esto, que ocurriría indefectiblemente, no es lo que con·
vendría al pais en jeneral, porque si la produccion de cinco
millones demandaba el · consumo de tres en carbon i pro.·
duetos agrícolas, la de diez exijiria el consumo de seis mi–
llones: porque la fabricacion del doble da trabajo i alimen·
to a un numero mucho mayor de familias, habilitaría mucho
mayor numero de individuos para consumir mercaderías
sujetas al pago de derechos de importacion; todo lo cual
redunda. en beneficio del erario i de la riqueza jeneral.
Produciendo cinco, a cinco pesos, habria veinticinco mi–
llones de valor creado; pero produciendo diez a tres pesos,
el valor creado llegaría a treinta; i por tanto, dejando la
facilidad para producir solo cinco, se aminora la riqueza
jeneral en cinco millone;:; anuales aunque los productores
ganasen veinte en un caso como en el otro.
Si ambos productos volviesen al pais en mercaderías es–
tranjeras, dejaríamos de percibir los derechos correspon–
dientes a cinco millones, como un millon i medio anual–
mente. Así como dejaríamos de percibir los derechos co-