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jueces (1) sentados bajo el dosel de seda y terciopelo, el alguacil mayor re–
camado de oro, el
fiscai,
los· cuatro secretarios de la confiscacion y el del
secreto, los familiares, los escribanos, los acólitos, los aplicadores del tor–
mento, todos están en su lugar
~n
una altá gradería. El infeliz reo, revestido
con el traje de los penitenciados, sentado en un banco desnudo, sin hablar
casi el idioma, cargado de grillos, se ostenta solo en medio de sus acusa–
dores, de sus jueces, de sus verdugos.-Écce
homo!
Comenzamos pues ahora la lectura de las piezas anunciadas del· proceso:
CALIFCACION.
En el Sto. Ofizío de la Inqqn. de la Siud. de los Reyes en los dias nuebe,
once, y doce deel mes de Mayo de
mili,
setezientos, y
Zinque~ta
años, es–
tando el Muí llitre. Señor Consejero
Visi~dor
Gral. Dr. Dn. Pedro Antonio
de Arenaza, y Gárate, y el Señor Inqqor, Dr. Dn. Matheo de Amuquibar
en su Auda. de la mañana, mandaron entrar en ella. ·alos RR. PP. Miros
Fray Franco. Xavier
Tor~ejon, ~
Velasco deel Orden de Nuestra Señora de
• las Mercedes, y Ex-Provincial de su Religion; Fray Agustín Espinosa delos
·Monteros deelde Sn. Agustín,
y
Mtro en su Religion; y Padre Joseph de
Paredes de la Compañia de Jesus, C&liñcadores deesta Inquisizion, aloa quales
se entregó elExtra.cto- treinta
y
quatro
días
antes, para que se enterasen deél,
y
tubiesen tiempo para estudiar los puntos, que de dho Estracto resultaban,
el qua! haviendoseles vuelto a leér los dihos días nuebe, once, y doce deel
presente mes, a cada Capitulo dieron las Zensuras siguientes.
1.-PROPOSICION.--EL TEMOR DE DIOS.
Cierto Hombre Europeo, d¡¡ Nacion Francas, dijo delante de algunos Suje–
tos, que a Dios no se devia
temer.
y
contradiciendole los circunstantes, se
afirmaba en ello; expresando, que Dios no era capaz de enojarse, ni inmutar–
se, y por consiguiente, ni de,
C~Y~tigar
al Hombre, porque seria
bengativo,
lo
qual
era contra
la
5wma bo-ndad de Dios.
Proposicion
<;~ne
repitió varias -veces
en aquella combersacion, sin ceder, ni rendirse alas muchas Razones que en
contrario se le oponían, principalmente por Cierto Doctor Eclesiastico; demo–
do que enfadado uno de loscircunstantes ledijo enfurecido, que era Heregia
la que defendía, y que parecía Luterano:
aquerespondiJ)gue
el
no era HereJe,
caballero residente en Santiago
y
que poco mas tarde aai.iti6 a. presenciar un a.uto o
autillo
de
fé
por haber leido un libro prohibido aunque inocente.
(1)
Loa
tres
majaderos
de J'oveThmos.
Este
hombre
ilustre, que
filé perseguido por
la
Inquisicion por una. cuestion de
si
}o¡
confesonarios de !as monjas debían esta.r o no
. dentro de
la
iglesia, decía.
que
el Santo Oficio se componia. de
Un
crucifijo
Do~
c:mdeleros
Y
tres
majaderos.
FB..\.NO.
.MOY.
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