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al diablo
y
el que se llama cabeza de la iglesia. universal lo compara con
S. Pedro que a mucha
diferenci~
entre los dos; y assi se ade en tender como
lo Explica San Gregorio,
y, yo, que no !te Eclwmas que repetir lo que dize
el
Sanlo Doctor;
esta acuzacion me parese, Sor Dctor.
que no servirá.
"Por aber dicho que abia Pontiñce Yndigno de este Santo Oficio, no devia.
aber sido a.cuzado o este Santo Oficio, es que.lo dize la historia, en el chismo
de los Griegos Volum Pmro lib. 3.
0
foja. 256: assi dize que Romain Empe–
rador de coD.lltantinople, se sirve de .Alberic Rey de los Romanos, el qua.l
tenia a.l Pontífice Juan XI, en serado en un quarto, como un Es clavo, y le
obliga. a sa.tisfazer el Emperador, contra la Justicia, y un Pontífice, tan Yn–
digno de aquella dignidad Suprema, que lo Era aquel miserable Juan XI que
la
infamia
de Su madre abi hecho poner sobre la Silla de Sn. Pedro; esto dije
a lo cazion de lo que reparé en la Sierra, andar a los Señores Curas, y
Cflmgos, contanta grandeza,
y
chupa frangiadas
y
lo demas;
quando en
España en francia, y en Portugal an dan los Ecleziasticos con tanta modes–
tia; y
alli, no
hai
culpa, si es la verdad, no a ma.s que Yndiscresion CathQli-
ca, pero esso no ofrende al Sto. tribunal.
·
"Des pues me acuerdado de lo que Se me acuza de aber negado El P<><!er
absolut del Sto. Padre, no Epretendido Ofender al Respeito que se debo a
Su Santidad E la distincion que hize del temporal a El espiritual fue que
solo
la
Obligacion del Sumo Pontífice,
Era
de mentenir a
:i1.
doctrina de
Jesuschristo y GovefiJar a
la.
Religion, Como quien abi re Sebido Ese Cargo
de Jesuschristo mismo, quando lo hizo Primero Obispo de Su Eglesia Uni–
versal,
y
que li entregó aquellas llaves, proba que
Solo los mgocios del Oieto,
de
ben Ocupar al St Padre, Sen que,
Se
ocupa
a
tener tra¡xu,
y
haser
la
guirra que los Reys;
a quien Dios a dado El gobierno de los hombres por
lo que toca
al temporal,·
De verían tener Es se cuidado, y de verían
Dar
a
Su Santidad toda& las tropas, nessesarios Para
la
Guardia
de
Su Perwna;
esa Disgrecion no la hize por des prezio, y no me abia parezido aber ofen–
dido ala Religion, y sy le Yso
Soi prunto aretractarme que abra sido por
Yñorencia.
(1)
"Señor Dctor
la
desgracia que tube yo, de
ar~entar
con aquel Sacerdo–
te, que me dixo que, me abia de
tirar con
if
candelero en la cara,
(2) no
fue
mi
culpa, es que el testigo Pmro
ü
abia dicho el cazo, del baxamient()
del Pontifice Benedicto nuebe;
y
me dijo El dicho Saserdote, que Era men–
tira
que nunca se a&ia baxado Pontífice de Su Silla,
que ablava yo como vn
Erege Visto, que no Estaba Escripto en
el
de Catalogo que el tenia, y como
de otra parte, El testigo Se
~do,
le abia dicho, que yo estaba. en el pare
ser, que Dios, mas poder tenia en el Purgatooio que
to Padre me pregunto
(1) Ignorancia.
(2) El
cura
de Cotogaita.