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( 75 -)

I-'as lágrimas

clPl

Sr.

Obispo

puedo

dl."cir

contra

un

escrit.o_r

<le Popayan no corrierou

en

temerario, qtte desprecia todas

v.ano.

Gracias á

la IJivina

las autoridades, que se hace

Providencia, que

pn~pnra

siem-

una falsa gloria de contradecir

pre socorros

á

su Iglesia al ta-

al qne confiesa su maestro,

y

mario .de sus calamidades. Se

cnya \·erdadera gloria seria

ha–

ha encontrado en el Clero

Pe-

bPr aprendido su lógica; contra

ruano un hijo digno de su an-

un escritor qne no es capaz de

tigua gloria; un Sacerdote lleno

sentir la fuerza de una demos–

del celo santo, propio de su ca-

tracion,

y

qup.

aferrado en sus

rarter,

un

Ycrdadero sabio que

errores, jura sobre

la

palabra

saliendo al encneutro de las

le-

f1e Sol!s, que vale para

él

mas

giones frenéticas de

J

ansenis-

que todos los Concilios?

tas

y

filósofos incrédulos, ha

Sin

embargo, como en de–

despedazado todas sus armas,

fensa

rlc la santa doctrina,

á

y

puestas en piezas

á

los pies medida que los dPlirios · se re–

del trono Pontificio, lP. ha eri-

prodncen, nuestrog mayores

gido un nueYo trofeo

á

Ja sana

han

acostumbrado

opon~r

nue–

y

eterna doctrina. Es el

Sr. D.

\' OS

diques, me ha parecido que

D.

Ignacio l\ioreno, quien con

no estará de mas a11adir

una.

una vasta

esqnisita

en~dicion,

simpi e clemostracion,

y

algunas

con una lógica solo comparable

pOCJ.lS

autoridades decisi\'as, ·so–

á

la

de Bossuet ¿qué digo? con

bre el derecho ingénito de los

la exactitud

y

precision de la Sumos Pontífices en

la

confir–

Aigebra

y

de la Geometria apli-

macion de los Obíspos.

~adas

a

los sublimes asuntos

Digo

pues: es evidente por

de la religion, con un estilo 1le-

el Canon

6.

0 .

del Concilio ecu–

no, fluido

y

elegante,

en su En-

ménico de Nisea, que cita

el

sayo

sobre

la Supremacía Pon-

Sr.

Viclaurre en la pag.

122,

que

tificia,

y

especialmente con res-

desde la c una de la Iglesia ha

pedo

La

institucion de

los

habido para su régimen

una

Obispos,

ha cubierto de honor

desigualdad de jurisdiccion en

la literatura Peruana, ha re-

los Obispos, puesto. que apare–

gocijado

a

los hijos

de

Dios,

se

~e

ele

ese Canon

y

de

la Histo–

ha adquirido un nombre

inm.or

-

ría E clesiástica, qne se gober–

tal,

y

ha lavado con ventajas

naba por Obispos, Arzobispos,

las manchas qne habían impre-

y

PattÍFircas.-Ahora bien, esa

so al Perú a1gunos de sus hijos

desigualdad rle jurisr1iccion

ó

degenerados-¿Y como osaría

' 'Í elle

de la Íllstitucion de N. S.

yo,. que .no soy digno de

n~pn-

J.

C.,

Fnndador de su

I

glcsia;

tarrue escolar de

t~n

eminente

ó

de los mismos Obispos;

ó

de

sugeto, voJver

á

tratar en esta

nn poder supremo espiritual,

_censura un asunto en que pare-

in sti tuirlo por el Salvador, el

ce

agota~a ~~

matet:ia?

¿Qué

_cual

por so

sobe.rania ha podido