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)l'aulfl1'idad
de aquel
que está en
cdebrucion del Co11cilio de
,d 4Tado
supremo de
La Je-
Treuto.- En una congregacion
,1·arquia,
ó
lo qne es lo mismo, numerosa, un Obispo espafwl
,del
monarca
en La Iglesia San-
afirmó que no habia inc,onre–
,ta
de Dios;
y esto á fin de que · niente en ser verdadero Obispo,
,,en ella se evite la
confu~ion,
sin ser llamarlo ni confirmado
,y
sea gobeTnada
por
un régi-.
por el Papa; que bastaba para
,;men optimo, segun el modelo.
esto ser elegido segun los Cá–
.,,cte
la .Iglesia
triunfante."
¡Qué nones
A
postó.licos
y
los del
tal discípulo del inmortal Ger- Concilio Niseno, los cuales
son! O jamas lo ha leido,
y
so- atribuyen la consagracion al
lo habla, porque lo ha visto ci- metropolit:1no, sin hacer men–
tado; ó para componer su folie-· cion del Sumo Pontífice,
y
que.
to en
los tres años de trqbajo
S.
J
u.anCri~óstomo,
S. Ambro·
qne le ha costado, ha sido ca- sio, S. Agustín,
y
otros muchos·
zando de donde ha podido, sen- doctores, cuya memoria será
teucias ambiguas, que en algu- eterna, no habian siclo elegidos–
na manera puedan cuadrar
á
por él,
y
seguramente fueron
sns predilectos errores.
verdaderos Obispos.-A estas
El Concilio 2.
0
de Leon, palabras se suscitó un murmu..
general
y
ecuménico, celebra- llo confuso, al que succedieron
do para la reconciliacion de la muy en breve
gritos
en toda
la
Iglesia Griega con la Latina,
asamblea
,
quien exclamaba:
segun llevamos dicho , con
ti·
echen fuera al herege:
y
quien
nuando su profesion de fé, to- le trataba
de
impío,
diciendo
cante al artículo de la supre-
que era. necesario
quemarle~
macia Pontificia, dice: ''Que la Otros gritaban: anatema
contra
,,plenitud de potestad de tal
ellterege,
anatema
contra el im..
,,manera pertenece
a
la Iglesia
pio.
En esta horrible
combus~ ·
,Romana, que ella admite
a
las tion apenas pudieron conseguir
,,demas Iglesias en parte de su los Prelados que se oyese al
,solicitud; que la
I~lesia
Ro,. oraclor hasta. que acabase de
.,,mana es quien ha honrarlo
á
hablar. Pero él se consternó
á
,muchas, especialmente
á
las vista de la tempestad, la cual
,Patrial'cales con diversos pri- aun no babia calmado;
cantó
,,tilegios, conservándose con to-
la
pab:nodia
coa voz trémala
y
,do eso,
y
permaneciendo siem-
lengua balbuciente, y por da.
,pre salva la prerogativa que le
de esplicacion
vino
á
desmentir
,es propia,
tanto en los Conci-
alfin de su discurso todo lo
que
,lios generales, como en lo de·
había
dicho
al
princip1·o.
Be•
,,mas." Sesion
4.
¡))
rault. Tom.
18,
pag. 384.
·
Yo no sé como este Señor en
En fin, si el autor de los Prcr·
su infatigable lectura, no ha legómenos re-spetara un tautico
leid~
lo ·que
acae~ió
durante
la
las decisiones de · Jos· Romanos
.... .