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LA
INQUISICION
DE LIMA
tubiera mala alma
y
quisiera entrar a hab]ar con ]os pre–
sos, tubo lugar muchas veces para hacello, por el descuido
del dicho alcayde, el qua] era de manera que los negros
que entravan en las cárceles a dar de co1ner hacían bella–
querías, y en particular un dia estando dando de comer
a los presos, se .le escapa aun negro, que no reparó qual de
ellos hera esta declarante, un trapito sucio, atado
y
re–
dondo, y ésta lo alzó, entendiendo que hera a.lgun pata–
con, y se lo 1netió en la faldriquera sin que nadie la viese,
y acabado de dar de co1ner, esta declarante se fué a su
aposento y desató el dicho trapito, y bió que dentro dél
estava un papel escrito,
y
dentro del papel estaban cua–
tro pelotillas redondas, mas gruesas algo que granos de
maíz, las qualcs le olieron a esta declarante a yncienso
y
sospechó
y
tuvo por cierto esta declaraute que al negro
a quien se le avian caido las dichas pelotillas, las tenia
para metellas algun preso de las cárceles secretas, y esta
declarante, por no saber leer, aunque la letra le pareció de
.muger, llevó el dicho papel a un rehgioso de San Fran–
cisco que no le sabe el nombre,
y
le dixo en confesion lo
que le avia pasado, y que leyese el dicho papel, el qual
decía, que tomase la noche ántes que le hubiesen de dar
tormento una pelotilla de aquellas, y otra a todas, que no
está bien en ello, cuando se lo hubiesen de dar; y por las
razones del dicho papel, coligió esta declarante que debió
de ser su marido de quien enviaba aquellas pelotillas, y
le decia ansimismo que la persona que las llevaba hera
segura,
y
decía otras cosas de ±narido y muger, y esta
declarante quemó el dicho papel y hechó las pelotillas en
la acequia, y se determinó de dar cuenta de ello al señor
ynquisidor Juan de Mañozca,
y
fué aquella noche a su
casa para hablalle, y estuvo aguardando dos horas, y no
pudo por estar con su .señoría un hombre que dixo el pa–
xe que habia venido de Chile, y despues fué de ay a dos
6 tres noches, otra, y tampoco pudo hablalle, porque dixo
el paxe que estava ocupado con, el presente secretario, y
así de allí a guatro o seis noches, fué a hablar a el señor
Ynqu.isidor Gaytan, y le contó todo 'lo que ha referido o
parte de ello,
y
despues le volvió a hablar otra vez por
la mañana y le dixo, cómo no combenia que entrasen los