CAPiTULO XVIII
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vuestra merced me ha dicho otras veces que es Antonio
Lopez, por que no le tengo de saber,
y
entónces volvió a
decir el dicho Alcayde que le avían de traer preso a este
Santo Oficio, por que avían despachado por él a Pana–
má,
y
por otros tres o cuatro judíos, y que lo que
sintia era que avían de venir tantos que no estava se–
guro en su casa, mas que hera fuerza que se la quitasen.
nYten, dixo que considerando esta declarante el poco re–
cato que avia en las cárceles, andava siempre con cuydado
para dar parte de ello a estos señores, porque en particular
bió que un dia estando guisando esta declarante un po–
llo en la cocina para Antonio de Acuña, a cosa de las ouce,
salió como loco el dicho alcayde de las cárceles, dexando
la puerta que sale a la cocina de ellas abierta y la llave
en la cerradura, y se fué muy apriesa, y como tardava de
volver, preguntó esta declarante a un negrito pequeño
del dicho alcayde, llam.ado Agustinillo, dónde estava su
amo, el qual respondió, que ya avía tomado la espada y
la capa y havia ido fuera.,
y
entónces esta declarante ce–
rró la puerta de las cárceles con la llave
y
se la echó a la
faltriquera y hasta la una no bolbió, y en el ínterin vino
Diego de
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argas de fuera, que le avia en1biado el alcayde
por plata,
y
dixo que no traya plata, y esta declarante
prestó seis reales para traer dos reales de plantanos y
quatro de vino, porque siempre el dicho alcayde andava
falto de plata,
y
trataron ésta
y
el dicho Diego de Vargas
de dar de comer a los presos, y sacó esta declarante la
llave de la faltriquera diciendo que ya era alcaydesa, que
tenia la llave de los presos, a los quales les dieron de co–
mer, y despues de· haber con1ido, como dicho tiene, vino
el dicho alcayde de fuera, y ésta le dió la llave diciéndole
que la tomase, que la avia dejado en la puerta, quedando
abierta,
y
el dicho alcayde la tomó sin responder palabra,
y
despues supo esta declarante que el dicho alcayde avia
estado en casa de doña Ana, una muger con quien el di–
cho alcayde tenia amistad desonesta.
"Yten, dixo que otras veces, fuera de la referida, se
dexó el dicho alcayde la puerta de las cárceles abierta
y
la llave en ella, que serian como dos o tres, y salia fuera
de casa, o estaba en ella en su cuarto,
y
si esta declarante