308
LA INQUISICION DE LIMA
los, se valió .del jesuita José Mudana,para que llevase por
escrito su denuncio al Tribunal, el cual, con vista de todo,
comisionó al mismo jesuita para que trasladándose al mo–
nasterio recibiese su declaracion a la denunciante, reduci–
da a que cuando acordaron con su confesor seguir las
conversaciones en el locutorio, aquél le tomaba la mano
en señal de cariño
i
la instaba a que en seguida se confe-
sase con él.
1'"
Denunció tambien al canónigo, Sor Eujenia Evanjelis–
ta, monja del monasterio del Prado, de edad de veintitres
años, espresando que hacia diez a que se confesaba con
él, habiéndose poco a poco ido apartándose del buen
camino hasta
coje~rle
las manos i en seguida echarle los
brazos con alguna impureza. Otras veces,
11
despues de cele–
brarle ·sus partes esteriores que veia
i
sabia de mí, dice la
testigo, pasaba a celebrarme las interiores que suponía de
mi cuerpo." Preguntóle entónces el delegado del Tribunal
que a qué partes interiores se refería, segun sus palabras,
el confesor, respondiendo ''que de las partes verendas que
suponía en la denunciante
y
tambien de las demas ocul–
tas." Añade que solia en el confesonario leerle algunos
versos que le dedicaba,
'.'Y
en el mismo lugar, concluye
sor Eujenia, sabiendo que me pretendía un sujeto para
pecar, preguntándome quien era,
y
diciéndole yo que pa–
ra qué queria saber, n1e 'dijo que por ver quien era quien
tenia tan buen gusto. En el1nismo lugar solicitó saber si
me valia del instrumento de navaja para cercenar las su–
perfluidades que nacen en las partes materiales,
y
para
este fin n1e trajo una: .... celebraba las prendas que su–
ponía haber en mí como muy aptas y a propósito para el ·
acto carnal: .... me ha referido en dicho lugar varios mo–
dos .de pecar en pecados de sensualidad
11 • • • •
Al fin en
1743,
Zubieta fué reprendido, aconsejándosele que no si–
guiese confesando.
En autos celebrados en
10
de junio de
1740
en el con–
vento de Predicadores,
i
en la capilla de la Inquisicion el
7 de febrero de
·1741, 2
de marzo de
1742
i
7
de febrero
de
1743;
salieron:
Diego Nuñez de la Haba, de diezinueve años, acusado
por una beata de haberle visto azotar una cruz; Juan de