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LA INQUISICION DE LIMA
Como era de costumbre en tales casos, el fiscal Diego
de Unda, que por ascenso de Sanehez Ca1deron, había pa–
sado a ocupar el puesto que éste dejaba vacante, fué a
trasnlitir la noticia al Virei ·Marques de ·villagarcia, i para
que llevase el estandarte de la fe, a su hijo, que servía de
capitan de la guardia de alabarderos, i al Arzobispo, que
no había de asistir a la fiesta. El secretario Ro1nan de
Aulestía, con igual objeto, pasó a notificar a los Oidores,
Cabildo Eelesiástico
i
Secular, a la Universidacl i Consu–
lado. Hízose, en seguida, la publicacion de estilo con os–
tentoso aparato, i ya listos los tablados en la plaza
i
co–
locados en
RU
sitio el Virei e Inquisidores, dijo el sermon
· acostumbrado el padre Fr. Juan de Gacitua; se prestó el
juramento de estilo, i acto continuo, se dió principio a la
lectura de las causas de los reos.
Fueron éstos: Antonia Osorio, alias la manchada; mu–
lata, limeña, viuda, de cuarenta ños, acusada de propinar
maJeficios amatorios, que se presentó (como los clemas reos
de este delito) en cuerpo, en forma ele penitente, con
sambenito de media aspa, coroza de supersticiosa, soga
gruesa al cuello i vela verde en las manos: abjuró
de
ve–
hen~enti,
fué absuelta
ad cautelam,
i condenada a que
saliese al dia siguiente por las calles públicas, en bestia
de albarda, desnuda de la cintura arriba, i recibiese dos–
cientos azotes a voz de pregonero, con destierro a Guaya–
quil por diez años, i otras .penitencias.
lVIicaela de Zavala, cuarterona de mulata, tambien li–
meña, soltera, de treinta i tres años, vendedora de jamon;
i María Teresa de Mallavin, esclava, de veintiocho.
lVIaría Hernandez, alias la pulga, i su hija María Feli–
ciana Fritis, alias la pulga menor, chilenas; Sabina Rosalía
de la Vega, mulata libre, natural del pueblo ele Caravelli,
de cuarenta años, casada, de oficio hilandera; Teodora de
Villarroel, natural i vecina de Lima, de veintiocho años,
sin oficio, soltera; Rosa ele Ochoa, alias la Pulís, negra crío–
Ha,
limeña, soltera, sin oficio; todas las cuales recibieron
la misma pena de la primera.
Juan de Ochoa, lego espulso de Santo Domingo, lime–
ña, de cuarenta años, conocido por galante i obsequioso
familiar de algunas de las antecedentes, i, entre ellas, por
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