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LA INQUISICION DE LIMA

nó ·que no se le acudiese con ella al nuevo obispo: lo que

no impidió, sin embargo, segun éste asegura, que siguiera

visitándole i aun cumplimentándole puntualmente en los

dias de su santo.

Llegó en ésto el

12

de enero de

1731,

en que habiendo

ido el virei Marques de Castelfuerte a visitar a Gutierrez,

que continuaba viviendo en el edificio de la Inquisicion,

manife~tó

el deseo de que se le permitiese conocer las salas

i dependencias del Tribunal que fuese lícito inspeccionar.

En este momento se hallaba allí inmediato el negro ba–

rrendero, que era el que guardaba las llaves, i habiéndole

llamado el Inquisidor, bajaron los tres a que el Virei vie–

se la sala de audiencia i la capilla, únicas partes del edificio

que se dejaban visitar aun a los personajes de la nota de

los Vireyes

6 •

De regreso, pasó el negro por la puerta de la

habitacion del fiscal, _el cual permanecía miéntras tanto

escondido tras del a.rco del zaguan, i haciendo que el alcaide

le preguntase si había visto el Virei la sala del Tribunal, i

como el interrogado negase, replicó Sanchez, que bien sa–

bia la parte del edificio que había visitado el Virei, 11como

no haya visto el Tribunal, está bien lo demas." .Mas, al sa–

lir de la ·audiencia el prime:¡; dia en que la hubo, sigue re–

firiendo Gutierrez, al llegar a la J!Ortería, en presencia de

los notarios i criados, Ibañez, encarándose al licenciado

presbí.tero Antonio

~e

Luzurriaga, que hacia de portero,

le dijo: 11]a llave del Tribunal no se fia a nadie, que ha

sido muy grande atrevimiento haberlo abierto sin n1i licen–

cia, porque el señor don José es ya obispo y no manda aquí,

que aquí solo yo mando,

y

por 1ni ausencia, el señor fiscal:"

despues de lo cual aquella n1isma tarde se despidió al ne-

gro.

-

·Este suceso no podía pasar desapercibido en la ciudad,

siendo tan grande, en efecto, el rumor que se levantó en

ella, que Ibañez, al cabo de tres días, llamó al sac-ristan pa–

ra preguntarle con qué pretesto había despedido al negro,

i como se le respondiese que por cierto descuido que tu-

6.

Ni

aun el.t;\rzobispo-Virei había logrado ver mas de lo que le

fué mostrado al Marques, Véase una carta de Gutierrez citada mas

adelante.