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LA INQUISICION DE LIMA
pues la lectura ele las causas ele los reos, para lo cual iban
subiendo al púlpito cada uno de los señores diputados
para este efecto, comenzando el mismo secretario del
Santo Oficio, la de María de ·la Cruz, alias la Fijo, "hechi–
cera, de casta negra, natural de esta ciudad, de edad de
treinta y seis años, libre,
y
de estado casada, penitencia–
da por este Santo Oficio el año pasado de mil setecientos
y diez y siete, por delitos ele supersticion y bruxería. Sa–
lió en cuerpo al auto, en forma de penitente, con las seña–
les de coroza ele supersticiosa, hipócrita, maléfica, y em–
bustera, de soga gruesa al cuello
y
vela verde en las ma–
nos, por haber reincidido en los inícuos artes referidos,
solicitando personas a quienes dar medicamentos amato–
rios para ser queridas y lograr fortuna en el infan1e em–
pleo de sus torpes tratos; haciéndolo ella de lo que así
ganaba. Abjuró
de levi,
fué
advertida~
reprehendida
y
con–
minada,
y
condenada en que saliese el dia siguiente por
las calles públicas y acostumbradas, en bestia de albarda,
donde, a voz de pregonero que publicase su delito, le fue–
sen dadós doscientos azotes (de los cuales se le relevó por
justos motivos, saliendo solo a la vergüenza)
y
en la pena
de destierro de la corte de S. M.
y
de esta ciudad, al puer–
to de Arica,
y
en algunas penitencias instructivas de los
misterios de nuestra santa fé
y
provechosas a su alma.
Fué ésta apadrinada de los marqueses de Santiago
y
Mon–
terico, familiares.
"J
oseph Nicolas Michel, español, natural de la ciudad
de la Paz en este reyno,
y
vecino de la villa de Oruro, de
edad de mas de veinte y ocho años, exercitado en enseñar
gramática a niños. Salió al auto en cuerpo
y
en forma
de penitente, con coroza ele supersticioso, hypócrita
y
em–
bustero, soga grMesa al cuello
y
vela verde en las manos,
por los delitos de haber dichq número de quarenta missas,
sin tener órdenes algunas
y
haber usado de maleficios
y
artes mágicos, con que convertía a la vista en negros a los
hombres blancos;
y
por el de la desesperacion, con que,
desconfiando ·de la misericordia divina, intentó quitarse
la vida varias veces en la misma cárcel, donde se le desa–
tó el lazo que se tenia echado al cuello: hallósele un em–
boltorio de varios instrumentos
y
yerbas, de que usaba