CAPÍTULO XXII
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del pueblo, durante él, concluye
'l
arela, fué la mayor que
hasta hoy se ha visto, absorto de ver penitenciada la que
esperaba ántes dar adorada a la posteridad; gozoso verse
libre del veneno y de las ilusiones, sagradamente irritado
con la enormidad de las iniquidades;
y
ultimamente, es–
carmentado con el ejemplo para evitar en muchos la caída,
y en los dernas la facilidad en el engaño, cediendo todo en
mayor veneracion del Santo Tribunal, gloria de Dios
nuestro Señor y de V. A., por haberse descubierto
y
des–
hecho al cabo de seis años este mónstruo en el tiempo de
su felicísimo gobierno, y a la sombra de la suprema presi–
dencia y direccion del excelentísimo señor Inquisidor J e–
neral24."
Ademas de la Carranza, salieron en el auto Juan Garcia
Muñoz
y
Juan de Silvela i Mendoza, políga1nos, i José ele
Rivera, testigo falso.
·
De las causas de Antonio de la Peña i Benito Cataño
daremos relacion en la parte de esta obra referente a Chile.
Tan pronto como se feneció ·el proceso de la Carran–
za, se fijaron edictos impresos para que se entregasen en
el Tribunal, dentro de los riueve días siguientes a la pu–
blicacion, las cuentas, rosarios, 1nedallas, campanillas,
cencerros, espadas, pañuelos, las vendas mojadas con su
sangre, retazos de sus enaguas, retratos, uñas, cabellos,
firmas i papeles, debiendo adernas, denunciarse a los que
guardasen tales objetos i a los que sostuviesen que sus .es–
critos no eran dignos de censura, "sin que puedan tener–
los, espresaba aquel doeumento, leer los orijinales, ni
copiados ni traducidos en cualquier lengua que sean, ni
venderlos, ni imprimirlos, ni rasgarlos, ni quemarlos, ni
24.
Carta citada
de
15
de enero. La causa de la Carranza fué prime–
ramente qada a
conoc.erpor José del Hoyo en su
Relacion completa
y
exacta del auto público, etc.,
Lima, 1695, 4.
0
,
reproducida por Odrioz_ola,
Documentos literarios del Perú,
tomo VII. Hoyo fué abogado de bienes
de la Inquisicion desde el año de 1678, i secretario en el siguiente,
siendo nombrado contador en 1683, sirviendo cuyo cargo falleció el 8
de agosto de 1703. Había sido, ademas, cura interino de Santa Ana,
visitador del obispado de Guamanga, rejente de la cátedra de Decreto,
licenciado i doctor en cánones
i
vicerector de la Universidad. Palma
en la Revista de Sud-América, (Valparaiso, 1862) i despues en sas
Anales de
la
Inquisicion
de L.ima,
ha, relatado tambien este proceso.