CAPiTULO XVIII
115
blado, que miraban a la calle de los Mercaderes en lle–
gando a él recibió la Cruz el P. presentado Fray Gaspa.r
de Saldaña, prior del Convento de Santo Domingo, y la
subió al tablado, y colocó en el altar, que estaba ricatnen–
te adornado. A este tiempo la música enton6 el versículo
Hoc sig;num Orucis,
y el responso, y el prior dixo la oracion
de la Cruz,
y
dexando en su guarda los religiosos mas
graves de su convento, muchos cirios para su lustre,
y
cuatro faroles de vidrieras contra el viento de la noche, se
despidió de los oficiales
y
ministros, con que se acabó esta
accion. Ocurrió a ella el mayor número de gente queja–
mas ha visto la ciudad de los Reyes, ocupando las calles
y
pla~as
de Palacio
y
el de la Inquisieion,
y
las venta–
nas, balcones
·y
techos,
y
el grande número de personas
que acompañó la procession fué causa de haberse dete–
nido desde las quatro hasta la ora.cion, que llegó al tabla–
do la Cruz, gobernando la procession el doctor don Juan
Saenz de Mañozca,
y
el doctor don Antonio de San Mi–
guel Solier, abogados del Fisco, y presos del Santo Oficio.
11N
OTIFIOAOION DE LAS SENTENOIAS.-Este dia, entre las
nueve
y
las diez de la noche, se notificaron las senten–
cias a los que avían de ser' relajados, y quedaron con ellos
religiosos de t(Jdas las religiones, que el Santo Oficio em–
bió a llamar para este efecto, a quien se dió aquella noche
una muy cumplida colacion,
y
a los ministros. Mandóseles
a éstos avisassen a los que a.vian de acompañar a los reos
que estuviesen al dia siguente a las tres de la mañana en
las casas de la Inquisicion.
11Poco despues de notificadas las sentencias a los relaxa–
dos, volvieron en sí Enrique de Paz
y
Manuel de Espino–
sa,
y
con el uno hizo audiencia el señor Inquisicor Andres
Juan Gaitan, y con el otro, el señor Inquisidor don Anto–
nio de Castro, hasta las tres de la mañana,
y
a aquella
hora se llamó a consulta, en que se hallaron con los seño–
res Inquisidores, el señor licenciado don Juan de Cabrera,
tesorero de la santa Iglesia, provisor en sede vacante
y
ordinario del Santo Oficio,
y
los señores doctor don Mar–
tín de Arriola, oydor,
y
licenciado don Garcia Francisco
Carrillo, fiscal ·de lo civil, consultores; faltó el señor
oy–
dor Andres Barahona de Encinillas por estar enfermo de