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LA INQUISICION DE LIMA
dieren en la santa silla apostólica,
y
a sus terminaciones.
Y confieso que todos aquellos que contra esta santa fe
católica vinieren son dignos de condenacion;
y
prometo
de nunca me juntar con ellos,
y
que cuanto en ·mí fuese,
los perseguiré,
y
las heregfas que dellos supiere las reve–
laré
y
noti~caré
a cualquier inquisidor de la herética pra–
vedad
y
prelado de la Santa Madre Iglesia, dondeq uier
que me hallare. Y juro
y
·prometo que rece.biré humilde–
mente
y
con paciencia la penitenc:ia que ·me ha sido
y
fuere impuesta, con todas mis fuerzas y poder, y la cum–
pliré en todo y por todo, sin ir ni venir <:ontra ello, ni
contra cosa alguna, ni parte dello. Y quiero
y
consiento
·y
me place, que si yo en algun tiempo (lo que Dios no
quiera) fuese o viniese contra las cosas susodichas, o con–
tra cualquier cosa o parte dellas, sea habido
y
tenido por
relapso. Y me someto a la correccion
y
severidad de los
sacros cánones, para que en mí como persona que abjura
de vehe1nenti
sean ejeeutadas las censuras y penas en ellas
contenidas. Y consiento que aquellas me sean dadas y las
haya de sufrir cuandoquier que a1go se rne probase haber
quebrantado lo susodicho por mí ahjurado
6
."
Esta ceremonia tenia lugar, de ordinario, en la capilla
del Tribunal, delante de mucha jente, leyéndose ·previa–
mente en voz alta el credo
i
otros artículos de la fe, estan–
do el penitente, n1ientras se celebraba la misa mayor, en
cuerpo, con una vela encendida en las manos,
i
si era cléri–
go, sin bonete
i
sin cinto. El reo en tales casos era; ademas,
condenado en cárcel por cierto tiempo.
Los indicios de sospechas en la fe los constituían, tratán–
dose del judaísmo, ponerse camisa o ropa limpia en sá,ba–
do, quitar la gordura a la carne qu·e se habia de
come~,
rezar los salmos sin
Gloria Patri;
etc.; del mahometismo,
levantarse a comer ántes de amanecer, lavarse la boca
i
tornarse a la can1a, lavarse los brazos hasta los codos, no
comer tocino,
ni
beber vino; de otras herejías, ser brujo o
hechicero, decir la buenaventura por las rayas de las ma–
nos, etc.
De meramente sospechos?s en la fe, n9 delatar al Santo
6.
Orden que comunmente
se
guarda en el Santo Oficio,
etc.