<JAPÍTULO VI
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La primera dilijencia que seguia a la prision de los reos
sospechosos era siempre el secuestro de su fortuna, que
mas tarde, una vez condenados, ingresaba a las cajas del
Tribunal, ya en parte, si el delito era leve, en forma de
multa, ya como confiscacion total si se trataba de un he–
reje cualquiera. Cuando mas, se devolvía en ciertos ca–
sos la dote a la mujer del condenado, que en cuanto a
sus hijos, por gracia especial, podían los inquisidores to–
mar alguna providencia, a fin de mantenerlos. Por lo
restante, los herejes quedaban privados de todo oficio,
beneficio, dignidad, i sus hijos, hasta la segunda jenera–
cion, inhábiles para la posesion i adquisicion de los mis–
mos.
Finaln1ente, podían los inquisidores aplicar la pena de
cárcel perpétua, que le correspondía de ordinario al here–
je arrepentido, no relapso.
Las mazmorras habían de ser proporcionadas en su
insalubridad
i
lobreguez a los delitos i circunstancias de
los preso
s, procurando que no fuesen horrorosas ni enfer–
mas 11en
demasía.ttComo recordará el lector, las enfer–
medades i muertes ocasionadas a los reos en las cárceles
desde los primeros días del establecimiento del Tribunal,
]as atribuían los jueces al carácter n1elancólico de la jente
de Indias.
Para concluir con esta materia apuntaremos aquí que
estaban sujetos al Tribunal, ademas de todos los herejes
sin escepcion, los blasfemos, los hechiceros i adivinos, los
invocadores del demonio, los astrólogos
i
a1qrlimistas, los
infieles i judíos, los escolmugados, los cristianos apósta–
tas, etc.
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ra que al que preguntase qué cosa es galera, le podremos responder que
es una cárcel de traviesos
y
un verdugo de pasajeros.»
Las obras del
ilustre señor don Antonio de Guevara,
1539, fol. Puede verRe el mui
intereeante libro rle nuestro amigo Fernandez Duro,
La mar descrita
por los mareados,
Madrid,
1877.
16.
Al redactar este capitulo, solo nos hemos propuesto, lo repeti–
mos, dar al lector una idea somera del código
i
fórmulas del Tribunal,
a fin de que puedan esplicarse muchos de los hechos que se consignan
en estas pájinas; previniendo qne los materiales que nos han servido
para su redaccion, son: el libro
ya,
citado de PaLio Garcia; la
Cartilla
de comisarios del Santo Oficio de
la
Inquisiáon de
lrféxico,
adoptada