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CAPÍTULO VII

133

la dicha muger

y

le avia dicho que si se le hiciese ca1nino

se fuese al monesterio, que la diria algunas cosas que avia

savido cerca de cierto negocio que ella le avia encomen–

dado,

y

niega todo

lo

demas, dando ciertas respuestas;

y

el pleito fué concluso definitivamente, y visto por nos

y

por el hordinario y consultores clérigos, fué votado en

conformidad que sea desterrado del convento desta ciu–

dad, por tien1po y espacio de tres años, en los cuales no

tenga boto activo ni pasivo, y que esté rrecluso en un

monesterio de su Orden cuatro meses, en los cuales no

pueda confesar ni predicar, y que perpetuamente no pue–

da confesar mugeres y que el fallamos de su sentencia se ·

lea estando él presente y el provisor y los frayles del con–

vento juntos en su capítulo.

"Don Luis Enriquez de Guzman, natural de Sevilla,

soldado, sobre que estando en la ciudad del Cuzco, hablan–

do con ciertas personas,.vino a decir este rreo que bastava

uno confesarse con el corazon para que Dios le perdonase,

y

diciéndole una persona que aquello era muy mal dicho

de hereges luteranos, porque se avían de confesar a los

piés del sacerdote para que Dios les perdonase, y por que

sustentava esto la dicha persona casi 1·Tiñeron los dos, y

que avía dicho alabándose dello que cuando él quería mal

a uno - por causa de enemistad se salia a la plaza

y

le le–

vantaYa un testimonio delante de algunas personas para

que lo derramasen y quedase infamada la dicha persona.

11 Yten, que tenia por costumbre de blasfen1ar de nues–

tro Señor, diciendo ttno creo,

y

por vida de Dios.11

11Yten, que dixo a cierta persona que la quería mas que

a la madre de Dios; que dijo a otra cierta persona hablan–

do en cosas de mugeres, que como no fuese con su madre

o con su hermana,

g

ue con todas las demas que pudiese

haber no les guardaría parentesco. Yten, en menosprecio

del Santo Oficio, por que cierto huésped suyo no le que–

ría dar a beber del vino de una bota, le abia tomado la

bota y poniéndosela a la ventana públicamente abrazado

con la bota, dijo a boces, ttaquí de la Inquisiciontt,

y

pre–

ciándose dello lo contó despues a la mesa del obispo del

Cuzco. Yten, que dijo que el dicho obispo podia bien