CAPÍTULO VII
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se escriva a los señores del consejo en rrazon de la grave–
dad de pena que en esta tierra es el prohivir a los clérigos
que no confiesen n1ugeres,
y
lo den1as que pareciere a los
Inquisidores: ejecutóse lo botado por la mayor parte.
~~ ·Viéndose
este proceso en consulta nos pareció, y a dos
de los consultores, que atento a que este rreo denunció de
sí el haber solicitado
in actu confetionis,
sin aber testifi–
cacion, ya que nosotros no podemos minorar la pena del
no confesar mugeres perpetuamente, por aber
V.
S. man–
dado esto en el negocio ele Rodrigo de Arcos, clérigo, que
lo tenemos por ley general en todos los negocios, se supli–
case a
V.
S. que, atento a lo dicho, se sirva de hacer mer–
ced a este rreo en este punto, como
V.
S. fuese servidot.
u
Rodrigo de Herrera, que por otro nombre se llama fray
Redrigo de Herrera, natural de Espinoza de los Monteros,
sobre rrazon que diciendo a este rreo cierta persona que
cierto clérigo hera hido a la Inquisieion, que le avian lla–
mado los inquisidores, dijo el rreo: upor cierto que lo ha–
cen mal los inquisidores, y hacen injusticia y es mal
hecho enbiar así por los clérigos
y
hacerlos gastar sus
haciendas;rr y diciéndole
que~ hera
1nal dicho lo que decía,
respondió el rreo, 11mire vuestra merced que tambien en1-
biaron a llamar a Hernando de Almonte
y
le hicieron gas–
tar su hacienda contra justicia;rr y volviéndole a repre–
hender
y
diciéndole que mirase lo que decia, vclvió a decir
que el comisario del Santo Oficio que estava en. el Cuzco
lo traia tod.o revuelto
y
por su causa llevavan a los
clérigos;
y
viniendo llamado a este Santo Oficio, dijo que
bien sabia que no le mandaban llamar por crímen de he–
regía, sino por ciertas palabras que había dicho diciendo
que llamaban a muchos por el Santo Oficio
y
que los tes
tigos le abian trocado las palabras,
y
que bien sabia que
este tiro de venir preso salia de cierto clérigo y que él
vendría a la Inquisicion y le haria traer preso, que no había
l.
Hernandez VillarroeJ, en 7 de febrero de 1577, escribió al Con–
sejo quejándose de la sentencia de los inquisidores i diciendo qne sus
acusadores eran enemigos mortales suyos, no habiendo dado su acusa–
cion sino despues de los disgustos que tuvieron con
él;
que lo habian te–
nido en las cárceles secretas mas de tres meses, i por fin, que su proceso
habia durado mas de año
i
medio.