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INQUISICIÓN DE CHILE
nera alguna, é el dicho fray Gil no le oigáis misa ni
sermónnilecomuniquéisni tratéis en público ni en
secreto hasta que sea compurgado de su delito por
el juez que deba conocer de la causa: é así loman–
do é pronuncio en estos escritos é por ellos; é
mando que este dicho edito se lea públicamente
en la Iglesia mayor desta ciudad á la hora de misa
mayor, é leído, se fije en una puerta desta dicha
Iglesia:
y
lo firmó de su nombre, en la ciudad de
Santiago á doce días del mes de... de mil1 é qui–
nientos é sesenta
y
tres años.-Et
licenciado Moti–
na.-Por
mandado del señor juez,
Francisco San-
chez.»
·
La lucha estaba ya formalmente empeñada y ha–
bía de encarnizarse más á cada momento.
A
pe–
sar de que Jufré había ido en la noche anterior á
quitar los cedulones, oorri.o hemos visto, Molina
no trepidó en dirigirse nuevamente á él, invocan–
do su auxilio para prender al padre domínico) agre–
gando, según expresaba el apoderado de éste, «que
era un hereje y que había dicho herejías, y que
había hecho información contra él y otras inju–
rias y desacatos que tuvo y ,de cada día va aumen-–
tando escándalo é injuriando al dicho padre fray
Gil,
ú
lo cual conviene poner remedio; por tanto,
concluía Campo, pido y requiero á V. R., que aten–
to á su rebeldía, la cual le acuso, le haya por con–
fieso y por hechor y perpetrador de los delitos
que ha cometido, de que tengo dada querella, y le
condene, según que por mí está pedido en los es–
criptas antes deste, y proceda adelante contra sus
consor:tes y los castigue, como pedido tengo; y
para que cesen los dichos escándalos y molestias