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INQUISICIÓN DE CIDLE
No habían, sin embargo, de ser estos los últimos
marinos
e~tranjeros
procesados por la Inquisición .
ro deste presente
arlO,
en lo cual ha perseverado y persevera con
grandes muestras de arrepentimiento, porque al tiempo que se con–
cluyó la causa con el difinitivamente, estaba muy malo y melancóli–
co, tuvimos temor de su vicla; y porque el Marqués de Cañete, virey
de estos reinos, nos había pedido no la determinásemos hasta que
tuviese respuesta de S.
l\I.,
porque entendía tendría S.
M.
necesidad
de él para at"gunos intentos, acordamos ele ver su
cau~a
en consulta,
y sin clcterminalla ni sentenciarla, se acordó en ella que se aliviase
la carcelería al dicho Richarte Haquinés, y que en el entre tanto que
V. S. se resolvía en el orden que se había de tener en reconciliarle,
fuese puesto en el Colegio de la Compañía de Jesús, en una celda.
donde tuviese su carcelería, y que allí le pudiesen comunicar dos pa–
dres graves, para que le instruyesen en lo que sigue y enseiía la
Iglesia Católica Romana, y así se hizo, donde también ha estado muy
malo, pero ahora está con salud y da grandes muestras que su con–
versión es Yerclaclera y no fingida: allí se estará sin determinar su
causa hasta que V. S. mande y ordene lo que se debe hacer . .."
Ga¡·ta de Q¡·doñez al Consejo de I nquisición, fecha 4 de Noviem–
b¡·e de 1595.
Ya en una ocasión anterior, con moti1·o ele la captura y proceso de
los ingleses Ricarte Bonanza y Juan Drake, que se habían hallado en
una situación análoga, r ecomendaba el Consejo á los Inquisidores de
Lima, en cartíl de 2ó de Enero de
1590,
que «tuviesen muy particu–
lar cuenta con los dichos ingleses para que no so huyan ó abseuten
de ahí, pues se deja entender el mucho d<tño que podrían hacer, te–
niendo, corno tienen ya, noticia de esa tierra y de lo que en ella
pasa.n
Con relación
á
Hawkins, escribía el Consejo en Octubre de
1595,
contestando á los Inquisidores de Lima:-«Recibimos vuestras cartas
de 30 de Diciembre del aüo pasado de 15!)! y 12 ele iUarzo deste pre–
sente de
1595,
con las confesiones de Richarte Aqninés, natural de
Plemua., en Inglaterra, y hemos holgado de la buena correspondencia
que habéis tenido con elliiarqués de Cañete, Virey ele esas provincias,
en las ocasiones que se han ofreciclo con los prisioneros ingleses pi–
ratas, que recluístes en esas cárceles, y así procuraréis teneda siem–
pre en todo lo que sucediere, como ele vuestras personas se confía,
y ha parecido bien el diferir la ejecución del secuestro de los bienes
de los dichos ingleses que teníades acordado, y lo suspenderéis, al–
zando la mano de los dichos bienes, y si de aquí adelante sucediere
otra cosa semejante, procederéis contra los culpados sin secuestro de