CAP. XV-LOS CORSARIOS INGLESES
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según afirman los que se han hallado en mu–
chos.·»
El próximo auto de fé que celebró el Tribunal
del Santo Oficio de Lima tuvo lugar el domingo
17 de Diciembre de 1595, habiendo sido, según lo
asevera con evidente ponderación el Inquisidor
que lo preparó
y
llevó á cabo, «el más grande y de
más extraordinarias causas que en 'É)sta Inquisición
se ha hecho.>,23 Entre los numerosos reos que en
él aparecieron, figuraron, como en el pasado, al–
gunos corsarios ingleses que habían caído prisio- .
neros. Pertenecían éstos á la expedición que en–
cabezada por Ricardo Hawkins ó Aquinés, como
decían los españoles, había partido de Plimouth á
mediados del año de 1593.
Como es sabido, aquel audaz marino, después de
haber hecho quemar una de sus naves y de habér–
sele desertado otra, con la sola que le restaba de–
sembocó-por el Estrecho de Magallanes en el Pací–
fico el 29 de Mayo de 1594, y fué
á
fondear el 24 de
Abril en el puerto de Valparaíso, donde apresó
cuatro barquichuelos mercantes y poco más tarde
un buque que venía de Valdivia, que entregó á sus
dueños mediante un moderado rescate, para ha–
cerse luego á la mar.21 Pronto, sin embargo, el Co–
rregidor de la ciudad hizo alistar uno de aquellos
mismos barquichuelos abandonados por el ene-
23
Carta de O?·dóñez Flores al Consejo, de 6 de Abril de 1596.
24 En esos mismos días se celebr<>ron en Santiago procesiones
y
otras fiestas religiosas para templar el dolor que produjera á los co–
lonos el haberse contado que Hawkins había destrozado
y
echado al
mar un crucifijo de madera que encontró á bordo de uno de los bar–
quichuelos apresados por él en Valparaíso.