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CAP.

XV-LOS CORSARIOS I 'GLESES

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garras de la Inquisición, á cuyo efecto consultó al Rey, por carta de

20

de Enero de

1595,

lo que en aquella emergencia podía hacerse.

El Rey le contestó en 17 de Diciembre del mismo ai10: ccE n cuanto

al castigo del general inglés y demás que se tomaron en el dicho na–

vío, que decís los pidió la Inqui-ición y que por no tener orden allá

ele lo que es mi voluntad se haga de ellos, procuraríades con el

Santo Oficio que se fuese dilatando

el

sacar al dicho general al auto,

por haber entendido que es persona de calidad: lo que en esto ha

parecido es que se haga justicia conforme á la calidad de las perso–

nas. » Su:.í.rez de Figueroa,

JIechos de don Ga1·cia Hu1·tado de lllen–

do:::a,B.ist. deGhile,

t.

V,pág.l!O.

El Virey Velasco quiso igualmente enviar á Espai1a á los reos in–

gleses, pero los Inquisidores se opusieron por cuanto aún no habían

acabado de cumplir su penitencias, disponiéndose entonces que tam–

bién se quedase Aquinés <<porque podría allá hacer daño dando avisos

de la navegación de esta l\Iar.»

Gw·ta de

10

de Ab1·il de

1597.

Ar–

chivo de Inuias.

ccConvenía que el ca tigo fuese notable, expresaba Antonio de He–

rrera, para que nadie se atreviese á entrar en la Mar del Sor. Duró

la prisión hasta que entrando el Conde de Miranda por presidente

del Consejo, le hizo dar libertad,

IIawkins) aflrmáodose en que en

los casos de guerra, las pal:tbras de los capitanes del Rey, dadas en

el hecho, como

é

ta fué, y condicionalmente, se debían cumplir, pues

de otra manera no se rindiera: y así quedó satisfecho don Beltrán

de Ca tro, aunque muerto.»

IIistor·ia gene1·al del mundo,

III par–

te, lib. X.

En el Archivo de Indias de Sevilla encontramos la siguiente carta

de la Audiencia de Lima que da cuenta de la suerte que en realidad

corrieron los prisiJneros ·de la

Dainty.

«Señor:-En esta ciudad han estado el capitán Richarte, de nación

inglés, que hará más de veinte aiios que fué preso en el Río de la

Plata

y

asimismo el capitán Juaneles y Diego Cornex (Hugh Carnix)

y

Richarte David, que fueron presos habrá trece af10s, con el capitán

Richarte Aquiné , todos ingleses,

y

aunque todos los que fueron presos

en aquella ocasión, se han enviado por el Marqués ele Cañete y don

Luis de Velasco

á

esos reinos, se dejaron de enviar estos cuatro, por

ser los tre- de ellos inteligentes de las cosas de la mar,

y

el Richarte

David pot• ser útil en su oficio y por haber mueeto el capitán Richar–

te, que era el más entendido en las cosas de la mar

y

ser los que

quedan ya de mucha edad, y no haber orden en contrario ele V.

lii.,

se les ha dado licencia para irse en esta flota, dieigidos á la Casa de

la Contratación de Sevilla, pat'a que V. l\I. mande y ordene lo que

fuere servido, y por excusar la co taque

á

la hacienda ele V. M. se

hacía en sustentar á los dos de ellos. Guarde Nuestro Señor la católica

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