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INQUISICIÓN DE CHILE
otros prelados de América, dándoles aviso de que
en tierras del Delfinado andaban ciertos predica–
dores luteranos, disfrazados, algunos de los cuales
se habían embarcado ya para las Indias, y que otro,
preso en Mondovi, afirmaba, estando obstinadísi–
mo en sus errores, que no llevaría otro dolor, si
moría, que no poder dar noticia de su religión en
América; por lo cual se les rogaba y encargaba que
estuviesen muy vigilantes y que con todo secreto
hiciesen inquirir y procurasen saber si á sus dió–
cesis hubiesen aportado algunos de esos falsos y
dañados ministros, ó personas sospechosas en la
fé católica, para que pusiesen por todos caminos
el remedio que convenía al servicio de Dios y del
Rey, y se les castigase conforme á sus delitos.
Este documento que, acaso por olvido, no había
sido trasmitido
<i
los Inquisidores, motivó que el
Obispo de Quito mandase á sus vicarios que te–
nía en los puertos de mar, tuviesen gran vigilan–
cia por si en algún navío venían extranjerosJ y
que, caso de llegar algunu, se le enviase
á
la capi–
tal para examinarlo cerca de lo que S." M. orde–
naba.7
Los Inquisidores, por su parte, no descansaban
un momento en la persecución á los extranjeros ...
Los corsal'ios ingleses que habían aparecido en
Panamá« tenemos relación que son herejes, anun–
ciaban, y hemos escrito al Comisario que haga la
información, y ron forme á ella procederemos con
algunos de ellos que están presos. por los capítu–
los que fueren contra :ellos. Entre otros que estos
7
Ca1·ta del Obispo de Quito
á
la Inquisición del
Pené ,
fecha
15
de
"Ma.~·:ro
de
15J5.