CAP. XIII-SARMIENTO EN LA INQUISICIÓN
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saliese desta tierra á cumplir el destierro, por pa–
recernos cosa peligrosa dejalle en ella, le manda–
mos parecer en este Santo Oficio personalmente,
el cual á la sazón que llegó nuestro mandamiento
estaba en servicio del señor Visorey, que entraba
contra los chiriguanes, y el señor Visorey nos es–
cribió que tenía dél necesidad para aquella jorna–
da, y que él le enviaría acabado el negocio, y el
Pedro Sarmiento nos escribió sobrello, y así sobre–
seímos el negocio, é agora que han ya salido, te–
nemos escripto á nuestro comisario que le prenda
y le envíe preso, y que primero dé parte dello al
señor Visorey para que si le quisiese enviar á este
Santo Oficio, le envíe, como nos escribió, y si no,
con licencia de S. E., le prenda y le envíe.»
((En el proceso de Pedro Sarmiento de Gamboa,
continúan los Inquisidores, del cual tenemos dada
noticia á U. S., habemos entendido; porque salido
que hubo de los chiriguanes, do había ido en busca
del señor Visorey, se le notificó un nuestro manda–
miento para que pareciese ante Nos personalmen–
te, y, parescido, fué metido en las cárceles, porque
de más de lo que había dicho, escribimos que ha–
bía contra él sobrevenido cierta probanza, por la
cual parece que mirando á una mujer las rayas
de las manos, la dijo que por su causa habían de
matar, en este reino, dos personas; y que tratando
y hablando con ciertas personas de letras, una de
las cuales dijo que había opinión
ó
que no sabía
si estaba publicado suficientemente el Evangelio
á :estos indios del Perú hasta agora, porque no ha–
bía habido predicadores que en su lengua se lo
pudiesen declarar: á lo cual el dicho Pedro Sar-
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