INQUISICIÓN DE CHILE
o consta con precisión la fecha en que comen–
zara el proceso contra Sarmiento de Gamboa;
pero lo cierto es, corno hemos visto, que el día 2
de Diciembre de 1564 el Arzobispo Loaisa le toma–
ba su primera declaración. Seis meses más tarde,
en 8 de Mayo del año siguiente,G el Metropolitano
reunía. algunos jesuítas y teólogos, entre quienes
se contaba al mismo fray Francisco de la Cruz,
destinado
ñ.
tan triste suerte,
y
después de exami–
nar el peoceso, le condenaban
ii
que oyese una
misa en la Iglesia Mayor, «en cuerpo
y
con su can–
dela, en forma de penitente,
y
en destierro de to–
das las Indias de S. M. perpétuamente para los
reinos de Espai)a, el cual saliese
ii
cumplir luego
que le fuese mandado,
y
que hasta tanto que lesa–
liese
á
cumplir, estuviese recluso en un monaste–
rio é ayunase los miércoles
y
Yiernes de cada se–
mana,
y
que no tuviese libros ni cuadernos, de
mano ni de molde, que contuviesen las cosas so–
bredichas, y que abjurase
de levi.n1
Un Inquisidor que vió los autos originales del
proceso, añade que Sarmiento debía rezar Jos siete
salmo " penitenciales en días de ayuno, y que el
convento que se le seiíaló para su encierro fué el
de Santo Domingo.
El reo, sin embargo, cuatro días después de ha–
bérsele notificado la sentencia, apeló de ella para
ci co de la Cruz, en el cual
s~
copiñ para hacerla valer contra él .
Acerca de este fmilc
y
de la causa que le siguió el S:tnto Oficio, pue–
de verse nuestra
1Iisto1·ia de la lnquisicion
d~
Li11ta,
tomo
I,
pá–
gitla
63.
G
g
la
fecha
la
l011Hlll10'
de las
nclaciones ele rausas
de Ruiz rle
Prado
tantas
veces
citada. .
7
Folio 36 del Lil)l·o 760 de ],'elaciottes
d~
ca!lMt
·.