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INQUISICIÓN DE CHILE
«habéis de salir fuera del pueblo
y
hacer un cerco
y
dejalle una puerta;» á lo que se acuerda, dijo que
la puerta había de dejar hácia donde sale el sol,
y
tener en la una mano el anillo
y
en la otra los pa–
peles
y
leer lo que estaba escrito en ellos,
y
que
había de estar firme
y
tener corazón
y
no tener
miedo; y este testigo le dijo: ((pues qué me ha de
aprovechar todo eso'?»
y
el dicho Sarmiento le dijo:
((habéis de tomar un espejo
y
metelle dentro en el
cerco debajo de la tierra;»
y,
á
lo que se acnerda, le
dijo que después de ciertos días ó horas, sacase el
espejo
y
que allí vería lo que quería saber
y
pre–
guntar,
y
que este testigo al tiempo que esto le
decía le daba en el alma que era malo
y
no lo hizo
ni pensó hacello, sino que le preguntó al dicho
Sarmiento, para saber lo que era, porque tenía
sospecha
y
le parecía malo,
y
para saber lo cier–
to
y
dar cuenta á Su Señoría lo hizo, é así fué,
como dicho tiene, al dicho fray Francisco, á dalle
cuenta de ello;
y
que esto que dicho tiene le dijo
el dicho Sarmiento la misma noche que le dió los .
dichos papeles,
y
asimismo le dijo el dicho Pedro
Sarmiento que á la mañana antes que fuese daría
á este testigo, ó le enviaría aquella noche, una
oración,
y
que por aquella oración diciendo,
á
lo
que se acuerda, á esto del decilla, le vendrían luego
revelaciones que holgaría este testigo de sabellas;
y
así esperó este testigo hasta otro día por la ma–
ñana para ver si le traía ó enviaba la dicha ora–
ción,
y
por esta.causa no le dió los dichos papeles,
después que le había dicho lo del espejo
y
lo de–
más por esperar para cogelle la dicha oración,
y
así otro día, como dicho tiene, cuando el dicho