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INQUISICIÓN DE CHILE
sentación, y su señoría mandó se ponga en este
proceso, é conforme al parecer del dicho fray
Francisco y cédula susodicha, este testigo vino
al dicho Sarmiento para que él quemase Jos di–
chos papeles y jurase conforme al dicho parecer,
y el dicho Sarmiento dijo
ú
este testigo que quién
le metía en hacer tantas diligencias, y este testigo
le dijo: «vos, mi amigo sois; mas más quiero
ú
Dios
que á vos, ni á mi madre, ni á todo mi linaje, y con–
cluí, porque yo me Yoy derecho al Arzobispo á
decírselo;» é así el dicho Pedro Sarmiento dijo á
este testig·o: «pues yo haré todo lo que yos quisié–
redes y haré juramento.»
É
así ambos á dos juntos
se vinieron
ú
esta iglesia del Hospital de Santa Ana
y se fueron á un altar, y el dicho Pedro Sarmiento
puso la mano encima de una ara. que en el dicho
altar estaba y juró
ú
Dios y
á
aquella ara consagra–
da de no usar para siempre jamás ele lo ele los ani–
llos ni de los dichos papeles, y quemar todos los
dichos papeles, y este testigo le dijo: «pues quema
luego los papeles;» y el dicho Sarmiento dijo: «yo
los quemaré, queyalotengo jurado;» y este testigo
por no se satisfacer mucho de esto, volvió al dicho
frayFeancisco dela Cruz y le dijo lo que había pasado
con el dicho Sarmiento y del juramento que había
hecho, y si estaba este testigo obligado á más, por–
que lo haría, y el dicho fray Francisco de la Cruz le
dijo que bastaba aquello, que con ello estaba este
testigo descargado y no tenía obligación [de] hacer
más en ello,
y
por esta causa no lo vino
á
denunciar
á su señoría. F'uéle preguntado si estuvo alguna
otra persona presente al tiempo que el dicho Pedro
Sarmiento hizo el dicho juramento; dijo, que no