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INQUISICIÓN DE CIIILE
que sin tratar ni comunicar con nadie, fuese á la
dicha provincia de Tucumán, y se le dió provisión
del señor Visorey para que quedase en el entre–
tanto por gobernador un Miguel de Ardiles, ó Ni–
colás Carrizo, de quien S. E. tenía toda buena
relación, hasta tanto que S. M. ó el dicho Virey,
en su nombre, proveyese ctra cosa;
y
se le dió pro–
visión para que si fuese necesario diesen auxilio
para la dicha prisión é favor é ayuda, y sobre todo
juró de guardar el secreto,
é
que no lo comunica–
ría con persona alguna; y se le clió por escripto y
le ins truímos largamente ele lo que había ele hacer,
y ele lo que importaba guar;dar el secreto y hacer
el negocio de manera que no hubiese novedades
ni alteraciones algunas ...
»
Cualquiera que fuese la importancia que el Tri–
bunal atribuyese á la información que obraba con–
tra Aguirre, á nadie, sin embargo, pudo ocultárse–
la que, más que un caso de fé, se trataba con su
prisión de servir los deseos del Virey, que por un
motivo ó por otro, querfa separar á Aguirre del
gobierno que Lenía. La Inquisición venía para ello
á servirle admirablemente, y así no trepidó en
firmarle á Arana, como lo refiere Cerezuela, las
órdenes necesarias para que las autoridades de su
dependencia le diesen todo el favor que pidiese.
Para facilitarle aún su cometido, proveyóle, ade–
más, desde el primer momento del dinero necesa–
rio, despachándolo apresuradamente desde Lima
el 15 de Mayo ele ese año de 1570.8
8 El hecho de que la. pri ión de Agnirre obedecía. especialmente
á
propósitos políticos lo asevera. ternuna.ntemcntc el visitador Ruíz de
Prado, con estas palabras: ucntendiéndose, como se entiende, que