CAP. X-SEGUNDO PROCESO DE AGUIRRE
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Que quitaba que se pagasen los diezmos
y
pri–
micias al vicario
y
exigía se le entregasen á él,
porque era vicario general en lo espiritual
y
tem–
poral;
Que habiéndose de desposar ciertas personas, se
opuso á que el acto se celebrase ante el vicario,
habiendo procedido á hacerlo él, en prese!fcia de
mucha gente, pronunciando las palabras que la
Iglesia dispone para semejantes ocasiones.l
El licenciado Cerezuela, dando cuenta de este
mismo negocio al Inquisidor General, agregaba
otros capítulos de acusación contra Aguirre:
«Que desarmó á algunos de los que fueron en
-su prisión, cuando le prendieron á título del Sanc–
to Oficio, que los topó en el camino saliendo ele
'J'ucumán para el Perú, con ropa para ¡vender
y
otros cosas.
n2
«Y que llegado
á
Tucnmá.n mandó pregonar pú–
blicamente que desterraba
á
todos aquellos que se
hallaron en su prisión, ele su tierra
y
gobernación,
é que no entrasen en ella, so pena de muerte; é.
l
Memo1·ial de las causas que en este Santo Oficio :de la I nqui–
sición del
Pe1·í~
se han dete1·minado
y
ele las que estáln penclientes
y
suspensas,
Libro 760-1, pág. 16.
2 Aguirre en su carta
á
don Francisco de Toledo le da cuenta de
este hecho en los términos siguientes: «Ayer
(7
de Octubre de 1569)
topé con Luis Chasco, teniente de Diego Pacheco, que venía con
veinte hombres que traían ropa de la tierra para vender; y entre ellos
venían doce ó trece soldados de los que se hallaron en mi prisión.
Yo los recebí con buenas palabras, perdonándoles lo pasado,
y
luego
fuí avisado que habían tratado de me prender ó matar, y que aún
ahora hacían corrillos;
y
quien me lo elijo lo sabe Luis Chasco,
y
después de los haber desarmado porque no intentasen alguna des–
vergüenza de las que suelen, les desterró mi
teniente,
y
no les volví
las armas:por temerme de alguna traición ... .,