CAP. IX-LOS PRIMEROS COMISARIOS
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testigo) otro dicho, sino que venga cada testigo por
aparte. nlO
La elección de Calderón
y
Oisneros hecha por
el Inquisidor Oerezuela no podía, en verdad, ser
más acertada
y
los hechos justificaron bien pron–
to que á los comisarios y sus delegados no les iba
á
faltar ocasión en que aplicar las instrucciones
que se les daban; pero antes conviene que histo–
riemos el proceso que los Inquisidores en persona
iban
á
formar
á
Francisco de Aguirre.
lO
J\Iás tarde, J\Iiguel Román ele Aulestía, secretario del Tribunal,
publicó
la I nst1·ucción,
y
o1·den que comunmente han de guardar
los comisa1·ios
y
notarios del S anto Oficio de. la Inquisición del
P ed&, cerca de procesar en las causas de fé
y
criminales de mi–
nist¡·os, en que fue¡·en 1·eos
y
contra el hono1· del S anto Oficio, ó
infm·maciones de limpieza, con la forma de pu blicar edictos gene-
1'ales de
fé
y
pa1·ticulares; en conformidad de lo que está mandado
por cédu las reales, inst1·ucciones y cartas acordadas de los seño-
1·es del Consejo de S. )[. de la Santa Gene1·al I n quisición:
cuya
quinta
y
última impresión se hizo en Lima, en
1796
en un pequeño
vol.
en
fol.