CAP. V-PRIMER PROCESO DE AGUIRRE
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no tenía el Obispo. por qué dar cuenta de ello al
Hey, es lo cierto que se creyó en el caso de parti–
ciparlo al Consejo de Indias, por las causas que se
va á ver.
En efecto, dos días después ele firmada por el
escribano la diligencia de la abjuración, fray Do–
mingo de.Santo Tomás escribía á aquel alto Tri–
bunal, acompañando copia de las proposiciones
por que Aguirre había sido condenado, «para que
V. A. esté advertido si habiendo hecho y dicho el
dicho Francisco de Aguirre lo que á V. A. envío,
convendrá vuelva á gobernar aquella tierra, sien–
do, como es, nueva y donde los gobernadores, así
en Jo que toca al servicio de V. A., como al servicio
ele Dios nuestro señor y buen ejemplo de los espa–
fioles é indios nuevamente convertidos, hay obli–
gación vayan delante en la virtud y no empiecen
á sembrar errores tan perjudiciales como pares–
cen éstos.n
13
13
Carta datada en
la
Pla,ta
á
6
ele Junio de
1569,
original en
el
Archivo de lndias de Sevilla. Del Obispo Sa,nto Tomás escribieron
fray Reginaldo de Lizárraga en un libro que se conserva inédito, y el
padre Meléndez en sus
Tesoros ve¡·clacleros ele las Indias.
Era natural
de Sevilla y pasó al Perú en los primeros tiempos ele la conquista .
En
1515
fué nombrado prior del convento del Rosario de Lima; en
1552
vicario general, y provincial en el afio siguiente. Concluíclo el
tiempo ele su gobierno hizo un viaje á J,<;spaiia
é
imprimió en Vall:t–
dolid, en
15GO,
una
G¡·ctmatica,
ó
.f,.te ele la
lengua yeneral ele
los indios ele los reynos del Pedt,
libro ele extremada rareza
y
el
primero que se escribiera sobre la lengua quichua. Al aüo siguiente,
, Santo· Tomás regresaba al Perú
y
meses más tarde era nombrado
Obispo ele Charcas . Durante el proceso ele Aguirre hizo un viaje
á
Lima para
a~iséir
al segunclo de los concilios celebrados en esa ciu–
dad. En una de las salas de la Universidad ele San Marcos se en:
cuentra un retrato suyo. Para más detalles acerca de este personaje,
véase Gallardo,
Ensa.yoele
u na biblioteca, etc.,
t.
IV,
col.
537.