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LA
INQUISICIÓ~
antecedentes, en 27 de Julio ele 1G70, (¡u.n cuarto de
siglo después de iniciado el proceso de Yáez!) des–
pachar una real cédula al Virrey de México noti–
ciándole el exceso .del comisario, y que, á la vez, pre–
viniése al Tribunal que se notificase á aquél que se
condujese en adelante conforme á la concordia del
aiío de 1610.
Hízolo asi, en efecto, el Virrey, y el inquisidor Or–
tega hubo con e e motiYo de darle explicaciones de
lo sucedido, acordándose que por entonces no había
que hacer «y ·que para lo que se ofrezca en lo ele
adelante tocante á esta razón, se darán los medios
convenientes al comisario ele .Manila».
r
Pocos afios despuós, por Diciembre de 1670, ha–
llándose también en la Pampanga,el comisario que
entonces era Fr. Jo
é
de Paternina, de quien he–
mos de hablar ·pronto, fu é preso por la Audiencia
el almirante don Jo é de Chávez, que en doce de
Mayo del afío anterior había sido recibido allí como
familiar del Santo Oficio y ejercía el cargo de al–
guacil mayor por muerte del almirante d(,m Francis-
co Alfonso ele Vizcarra.
•
Apesar ele que el reo no declinó ele jurisdicción,
designando uno especial de la misma Orden para los jesuitas. ha–
biendo á este ejemplo concediJo otro para los franciscanos el in–
quisidor general don Diego Sarmiento de
Valladare~.
Por muerte de
ese comisario llamado Fr. Mateo de Zaragoza, ocurrido en
r6g6,
los franciscanos vol\·ieron
á
impetrar ia mismo g-racia, pidiendo
además cuat•·o calificadores de la Orden,
a
por ser tan dilatado el
pais
y
infestar con los comercioS continuos que allá hay,
á
los po–
bres cristianos, los muchos que concurren contrarios
á
nue~tra
re–
ligión y buenas costumbres.»
':vfemoríal
de Fr. Barlolomé de la
Trinidad, sin fecha.
r. Carta de 8 de Agosto de 167 r.