E:-< LAS ISLAS
FILIPI~.\S
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remol'o de las Islas, era lo que estaba pasando con
lns
propios soldados espaiioles.
Léase lo que al respecto escribía el Tribunal al
Consejo eon fecha
2b
de Mayo ele
1G19.
«Con
las naos qne vinieron el año pasado de las
Is)as Filipina., nos remitió el comisario de allí mu–
d1a.
tostificacione.
contra soldados españoles
y
olras personas que se han pasado
á
aquellas tierras
<·omarcanas de moros
á
renegar de nuestra fe santa,
y
olros que
se
pasan al campo ele los holancle es, que
1<111
trabajadas tienen aquellas Islas,
y
demás de se–
guir sus sectas, apostatando de la fe católica, los lle–
van annns
y
otros pertrechos de guerra,
y
pelean
contra nosotros,
y
este dclicto es allí tan u. acto que
11ingún ailo dejan ele venir nueva testificaciones,
<'ncargúnclonos el comisario la conciencia
~obre
el
remedio,
y
habiéndono
parecido que,
á
lo menos,
st' dehin peocedrr contra los que
e
tnYiesen co1wen–
cidos plrnamcnt
y
conslase
do
mayor malicia en.
11
(kli<.:to
hn.
ta qnPmarlcs las estátnas rn rebeldía, como
sP acostumbra en Enropa, no nos hemos resuelto
á
rjcentnrlo hasta
dar
cuenta
á
Y.
S.,
por que, si bien
r1
cxcrs()
ele
los tlil'hos reo:::- es muy grande
y
tan
}H'l~judicinl
eomo se
deja
rntcnrl<'r,
y
len ligo
po–
d!'ia sen·ir de c:sC<1rmiento
h
ello~
y
á
otros, pero
tambit'n po<lri<1 resultnr
nwyor
dcscspcmci('n1 en
lo~
tlil'hos reos
para
nunca Yoh·cr
ú
rcconeili<H':-;c
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ú
lus infwlcs
y
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capliYos
y
prisioneros
l'ristinnns, como akuna" Y<'ccs h<1 sucedido en .\rgel,
TúiH't.
y
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y
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